Sᴏɴʀᴇɪʀ ᴍᴀs 2 || Mɪᴋᴇᴄʀᴀᴄᴋ.ᴇxᴇ ʏ Tᴜ

7.- Alegrar

Los pájaros cantaban en armonía desde las copas de los árboles o en sus hogares establecidos por la naturaleza. El brillo del sol entraba a los cuartos como normalmente lo hacía, un brillo blanco tapado ligeramente por las nubes, uno que hacía las plantas crecer y las aguas brillar de una forma cristalina.

Un día tras otro, eran las mismas respuestas. Lyna no encontraba forma en la que ayudar a la ahora decaída chica castaña que habían encontrado hace apenas un mes.

Un mes...Vaya, el tiempo había dado de las suyas, pasando tan rápidamente que hasta las personas normales se aburrían de ello.

Mike y Acenix buscaban como animar a la chica de su bajo ánimo, se sentía el ambiente demasiado pesado para el gusto de todos ellos...

—Vamos, T/n, salgamos a tomar algo de aire— Dijo Trollino para tomar del brazo a la chica que se encontraba tirada en el sillón y tirarlo con fuerza intentando, sin lograr, que está se levantará.

Un silencio recibió en respuesta, y junto a esto una castaña tirada aún más en ese espacio sin tener ninguna razón para levantarse.

Ese estado era penoso. Desde que se le dijo a la chica que podría no regresar a su hogar (Dicho por Timba), ella quedó con mirada apagada y su expresión de confianza absoluta empezó a desvanecerse.

Ya nada la alegraba...

Ela tomó a Lyna del brazo para sacarla de ese lugar alejándose de ese pesado ambiente. Fueron a la cocina cerrando la puerta a sus espaldas esperando que nadie las escuchara.

—Pobre, T/n...— Susurro la de cabello morado mirando a dirección de la puerta intranquila.

—Lyna...— La de orejas de oso tocó el hombro de su contraria llamando su atención —Puede que Timba tuviera razón— Dijo apenada.

—¿De que hablas?— Pregunto la de cabello morado para dar media vuelta y ver la expresión de seriedad que se veía en la chica.

—T/n...Puede que no vuelva a casa— Dijo para soltar el hombro de la morada.

—Pero, ¡Ella debe volver! ¿No ves como está en este momento?— Exclamó la chica.

—Lo se...Baja la voz, deja que acabo de explicar— Reclamo la cafe gruñendo por lo bajo, recibiendo el silencio de su compañera —Bien, te digo que no podrá volver a casa si trabajamos por nuestros propios medios. Recuerdas a "Ella" ¿No? Se fue de este lugar con ayuda del libro, el de los Exe's— Explico.

—Dices que...— Se quedó en silencio para ver a la pelicafe.

—Si. Debemos pedirles a los Exe's el libro, así, T/n, volverá a su casa— Se apoyo en el mueble de la cocina para acabar de explicar.

—Pero, desde que "Ella" se fue no hablamos con ellos. ¿Crees que nos lo prestarán así como así?— Replicó la morada llamando la atención de la chica.

Suspiro en silencio al darse cuenta de lo que no había planeado, ¿Cómo lograrían que les entregaran el libro?

En si deberían explicarle a los Exe's porque lo necesitan y presentarles a T/n y cruzar los dedos por qué se lo presten.

—En eso yo les puedo ayudar— Una tercera voz se hizo presente en el lugar, llamando la atención de las dos chicas para ver a dirección de dónde venía ese tono.

—¡Lyna.exe! ¿¡Que rayos!?— Grito Ela con terror para rápidamente taparse la boca al escuchar el volumen de su grito.

—Hola— Saludo la pelioscura con una mano a las chicas presentes.

—¿Cómo que nos ayudarás? ¿Mike.exe no te dirá nada?— Pregunto Lyna con confusión y poca confianza.

—Si, bueno...Él a estado algo "ocupado", si así se le puede llamar a estar deprimido todo el día— Gruño la de tonos oscuros para cruzarse de brazos y recargarse en la pared —Y bien, ¿Quieren mi ayuda?— Volvió a preguntar para recibir unas miradas dudosas a su persona.

No sabían si confiar en ella, pero en ese momento era la única opción que les quedaba.

—Bien, pero...¿Que obtienes tu a cambio?— Pregunto la de tonos claros, distinta a su exe.

—Se los diré...En su momento— Respondió la oscura para dar una leve risa y extender un humo por todo el cuarto dejando el lugar con una especie de barrera oscura —Asi nadie nos molestara— Dijo para que todo ese humo las envolviera.