Sᴏɴʀᴇɪʀ ᴍᴀs 2 || Mɪᴋᴇᴄʀᴀᴄᴋ.ᴇxᴇ ʏ Tᴜ

8.- Los Exe's

La oscuridad volvió a reinar todo alrededor, pero está era más oscura y penetrante que la normal. Un exe en especial era el que causaba todo ese ambiente pesado, siendo este el que más salió dañado desde la perdida de su amada.

Pero, hace unas semanas, había conocido a una chica de cabello castaño, una que le recordaba a su querida antigua amiga. Sus mismas actitudes y formas de pensar eran iguales, casi la misma persona.

Podía ser, después de todo no había nada que las diferenciara, bueno...Solo el físico, una teniendo los ojos y cabello de un tono morado brillante, y la otra tonos castaños y oscuros. Tan diferentes y a la vez tan iguales...¿Cómo no pensar que eran la misma persona?

Aún se recordaba ese momento, cuando su mejor amiga se había ido de su vida.

¿Lloro? No, él sufrió, demasiado...

Ya no podía ver a los demás a los ojos y se encerraba en su cuarto, esperando que ese mismo portal que se la había llevado, lo llevará a él.

No ocurrió, cómo todo lo que pasa en la vida...No todo lo que deseas se puede hacer realidad, ¿Era una clase de castigo por los males que les había hecho a los Compas? Podía ser...No podía negar que todo lo que había hecho eran atrocidades, no podría obtener perdón, pero...

¿¡Por qué quitarle a lo único que lo hizo feliz!? Un castigo muy severo, si me dejan opinar.

Pero bueno, nuestro exe se encontraba acostado de espaldas en el tejado de la casa que tenían en lo que era el ¿Inframundo? Si se le podría llamar así.

Recordaba todo lo que le había pasado, y, como normalmente, sufría por no haber hecho nada para evitarlo.

Literalmente le dijo que debía decirle a todos que se debería ir...En ningún momento la detuvo ¿Por qué? Nadie lo sabe, puede que no haya deseado atraparla, dejarla ir es un acto de verdadero amor, como unos dicen...

Pero ya no se podía cambiar el pasado, ya todo había ocurrido...

Mike.exe se encontraba pensando, los ojos cerrados al igual que su puño.

Se sentía peor a como estaba antes, un nuevo sentimiento había entrado a su corazón desde hace unas semanas, algo cálido que lo hundió por dentro, cubrió sus pensamientos negativos dejándolo confundido y apresado.

Desde que la conoció sus pensamientos fueron un lío.

La pregunta era: ¿Por qué se sentía así? Por una...Desconocida.

Apretó su pecho con su mano cerrada esperando que ese latido dejara de sonar, negando lo que pensaba, negado lo que sentía, negando su nuevo sentimiento, ese llamado: Cariño.

No podía sentir eso...Lo que había sentido por la antigua T/n...Por la antigua amiga que había tenido, la persona que lo hacia sentir bien, especial...Único. Que lo hacía actuar como un idiota con tal de tenerla para él, y solo para él.

Pero esa T/n se había ido, ¿Por que seguía culpandose a si mismo? ¿Por qué se sentía tan mal? Tan...Culpable, Infiel, dolido...

La opresión en su pecho creció causando un dolor en su persona, no podía con tanto, necesitaba aire, más del que estaba tomando ahora. Una extraña necesidad se añadió a su mente, necesitaba verla.

Tomo un bocado de aire antes de sentarse en el tejado, saco de su capa un objeto oscuro y con forma de estrella, lo tomo en sus garras para apretarlo y hacer aparecer un portal delante suyo.

Al cabo de unos segundos entro a este siendo cerrado detrás al momento.

Su pecho seguía doliendo, pero el aire de ese lugar lo calmaba, ella lo calmaba.

Miro bajo del techo encontrándose con su nueva amiga, ella miraba a su alrededor esperando que nadie la siguiera, subió las escaleras llegando al techo dónde estaba el exe.

—¿Me esperabas?— Pregunto la chica dando una risa burlona.

—No te hagas ilusiones— Respondió el contrario para sentarse en el tejado mirando el cielo estrellado.

Su pecho ya no dolía.

Ahora se sentía...Bien.

La chica se sentó a su lado dando un largo suspiro quedando cabizbaja.

—¿Estás bien?— El exe miro a su amiga con duda y pena recibiendo una sonrisa de la chica.

—¡Claro!— Grito con alegría para dirigir su mirada a la luna —Todo está más que bien...— Siguió en un susurro.

No le creía.

Notaba que ella no estaba bien, pero sabía que no le diría nada...

Eran muy parecidas...