El amor viene en diferentes tipos y colores, puede ser inesperado, prohibido, secreto, no correspondido, dañino; sin embargo el sentimiento es tan grande que la mayoría de las veces es el que gana las batallas con los demonios y logra pintar de colo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya todos habían comido y el profesor Dumbledore se había puesto de pie para ir anunciando a los participantes del torneo.
La emoción de todos estaba a flor de piel con la intriga de saber cuáles iban a ser los tres chicos o chicas seleccionados para dar honor a su escuela en esta edición del torneo.
Venus paseó su mirada por el Comedor, muchos de los que habían puesto su nombre estaban más ansiosos que el resto y esperaban expectantes a que el Cáliz soltara los nombres. El fuego ardiendo en dicho Cáliz se volvió rojo por unos segundos, antes de soltar un pequeño papel algo quemado con perfecta caligrafía, volvió a su color azul original.
—¡El campeón de Durmstrang es Viktor Krum! —exclamó el director.
Los estudiantes de dicha escuela empezaron a gritar, aplaudir y golpear las copas de oro contra su sección de la mesa Slytherin aturdiendo por completo a Venus que arrugó la nariz con desagrado y puso mala cara.
—Son como... animales —masculló aún con la nariz arrugada en símbolo de desagrado.
El campeón de Durmstrang caminó hacia el director, tomó el papel con su nombre y desapareció tras la puerta junto a la mesa de los profesores. El comedor volvió a quedar en silencio.
El cáliz volvió a repetir lo anterior y de entre su fuego rojo escupió otro papel algo chamuscado que Dumbledore agarró en el aire.
—¡La campeona de Beauxbatons es Fleur Delacour! —exclamó el director de Hogwarts desatando una horda de aplausos simultáneos.
Una bonita rubia que lucía un poco asustada se encaminó hacia Dumbledore, tomó el papel con su nombre y se perdió detrás de la puerta junto a la mesa de los profesores como Viktor Krum lo había hecho hace unos minutos.
Venus observó que tal vez algunos estaban allí un poco obligados más que por voluntad propia. La morena apoyó su rostro en una de sus manos y suspiró cansada, esto la aburría mucho, y aún debía de preparar la clase de apoyo de pociones para mañana temprano.
Como anteriormente había ocurrido, el cáliz volvió a encenderse de fuego rojo y lanzó el tercer y último papelito que tenía el nombre del campeón de Hogwarts, y, aunque a Venus le importara muy poco prestó mayor atención, solo esperaba que fuera un Slytherin para así ganar la apuesta tonta que habían hecho Lyra y ella con Juls.
—¡El campeón de Hogwarts es Cedric Diggory! —leyó. Ahí Venus desilusionada de no haber ganado ni perdido la apuesta desconectó su mente de lo que decía Dumbledore, señalando una bonita copa brillante que parecía ser el premio que recibiría el ganador del torneo. Aunque, su mente volvió a prestar atención a lo que decía cuando el cáliz se descontroló y las llamas se volvieron a poner rojas, ¿no se suponía que ya habían salido los tres campeones?
Albus tomó el papel cauteloso y leyó muy bajo el nombre que decía, no llegó a oírse bien, pero parecía anonadado.
—¡Harry Potter! —gritó fuertemente y más que nada parecía furioso.
