A la mañana siguiente Venus despertó con su energía acostumbrada y luego de realizar los estiramientos correspondientes salió de su habitación ya lista.
Al salir pudo ver como conjuntamente salía alguien de la habitación de en frente, alzó la vista encontrándose con Pansy Parkinson.
—¡Parkinson! —exclamó la morena haciendo temblar a la otra.
—P-puedes decirme Pansy —dijo la pelinegra tartamudeando levemente.
—Oh genial —sonrió Venus metiendo la mano en su mochila—. Tengo algo para ti.
—¡¿Para mí?! —se alarmó Pansy poniéndose roja y nerviosa inmediatamente.
—Sí. —Venus rió un poco para luego sacar una pequeña bolsa de terciopelo negra y tendérsela a la chica.
Pansy tomó la bolsa con cuidado y la miró.
—¿Qué es?
—Ábrela.
Siguiendo las instrucciones de la mayor abrió la bolsa encontrando una gran cantidad de caramelos de naranja.
—Por qué—
—Porque tú me los distes en el Mundial y no había tenido tiempo para poder devolvértelos —interrumpió Venus sonriendo apenas.
—Oh no, no era para que me los devuelvas —habló rápidamente avergonzada la pelinegra.
—Shh no importa, tómalo como agradecimiento, además son muy ricos, gracias — agradeció la Rosier con amabilidad.
Pansy sintió su corazón latir a rápida velocidad y sonrió tontamente.
—Gracias.
—A ti —sonrió Venus apenas—. Debo bajar, Lyra de seguro lleva un rato esperando, que tengas buen comienzo de curso.
Y tras decir eso siguió su camino hacia la escalera que llevaba hacia la sala común donde Lyra la estaba esperando.
—Hasta que llegas, ya iba a subir para ver si te habías ahogado en la ducha —comentó la Black soltando un bufido haciendo sonreír con burla a la menor.
—Ups, estaba arreglando algo —se limitó a decir para enganchar sus brazos y salir de la sala común hacia el comedor.
Ambas se sentaron junto a la amiga de Lyra, Alaia.
La Rosier inició una tranquila conversación con la chica mientras Lyra se encontraba algo distraída.
—Canuta, acabo de hacerte una pregunta —mencionó Venus tomando el hombro de la susodicha haciéndola sobresaltar.
—Lo siento, estaba distraída —dijo Lyra sonriendo falsamente haciendo que Venus alzara una ceja, la morena conocía demasiado bien a la otra.
—¿Es por ese simple libro? No te sientas triste, te aseguro que en Flourish y Blotts lo podrás encontrar —opinó Alaia haciendo que Venus ahora frunciera el ceño.
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Déjate amar ||Pansy Parkinson||
Hayran KurguEl amor viene en diferentes tipos y colores, puede ser inesperado, prohibido, secreto, no correspondido, dañino; sin embargo el sentimiento es tan grande que la mayoría de las veces es el que gana las batallas con los demonios y logra pintar de colo...