1ro de septiembre de 1990
La pequeña Venus miraba todo a su alrededor con un resplandeciente brillo en sus ojos, finalmente se hallaba en Hogwarts, después de tantas anécdotas contadas por sus padres y por su mejor amiga Lyra, finalmente ella se encontraba ahí para vivir ella misma un sin fin de aventuras entre las paredes de tal impresionante castillo.
Al entrar al Gran Comedor junto con sus compañeros de curso quedó maravillada ante tal vista, el cielo nocturno se alzaba sobre la cabeza de los miles de estudiantes sentados en sus mesas pareciendo que el lugar no tenía techo.
Luego de que el Sombrero Seleccionador cantara la canción de ese nuevo año la selección comenzó, los niños fueron siendo seleccionados para sus correspondientes casas y de mientras la rizada no pudo evitar buscar a Lyra con la mirada. La castaña, sentada en la mesa de Slytherin conectó su mirada con ella y le dio una pequeña sonrisa junto con un asentimiento de cabeza transmitiéndole tranquilidad a la chica la cual estaba con los nervios a flor de piel por la selección.
—¡Rosier Venus! —escuchó ser llamada por Minerva McGonagall, así que a paso seguro y con la frente en alto se dirigió hacia el taburete sentándose con elegancia para que posteriormente la profesora le pusiera el sombrero bloqueando su vista.
—Mmmm interesante —murmuró una voz en su oído, sin embargo, no se sobresaltó como había visto hacer a algunos de sus compañeros—. Veo muchas cosas grandiosas en ti Venus Rosier, oh claro que sí, la inteligencia, el ingenio y la originalidad de tu madre, pero también veo la astucia, ambición y fuerza para liderar de tu padre, ¿qué haré contigo? ¿qué haré? —se preguntó el sombrero para sí mismo, sin embargo, la morena sonrió.
—Obviamente enviarme al lugar correcto —dijo Venus en voz baja sin borrar la sonrisa de sus delicadas y aniñadas facciones.
—Con que el lugar correcto, ¿eh? Ya lo tengo, ¡SLYTHERIN! —habló el sombrero gritando la última palabra para todo el comedor estallara en aplausos.
La profesora McGonagall le quitó el sombrero de la cabeza para que Venus bajara del banco con gracia y caminara con su elegante y delicado andar hacia la mesa de las serpientes en lo que su uniforme adquiría los colores verde y plata.
La mano de su amiga se alzó entre el montón de túnicas negras y se encaminó hacia ella para sentarse junto a ella recibiendo un pequeño abrazo de parte de esta.
—Bienvenida a Slytherin enana, sabía que quedarías en la mejor casa —expresó la Black con una amplia sonrisa haciendo sonreír a la otra.
—Obviamente que sí, aunque Ravenclaw no era mala opción tampoco —dijo Venus con una pequeña sonrisa, pero luego frunció el ceño al darse cuenta de algo—. No soy enana, soy un centímetro y medio más alta que tú.
—No me importa, eres enana igual —se burló Lyra soltando una pequeña risa.
—Lyra —se quejó la menor alargando la "a" en su nombre.
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Déjate amar ||Pansy Parkinson||
Hayran KurguEl amor viene en diferentes tipos y colores, puede ser inesperado, prohibido, secreto, no correspondido, dañino; sin embargo el sentimiento es tan grande que la mayoría de las veces es el que gana las batallas con los demonios y logra pintar de colo...