La vida es muy caprichosa, hoy puedes ser la persona más feliz del mundo y mañana... cruzarte con alguien y unirte a ella sin saberlo, por un simple e insignificante croissant.
Robert necesita una solución.
Gwen necesita Ayuda
Ambos se unirán para...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¿Cuando vas a volver?
-Aun no lo sé mamá, pero no quiero quedarme aquí mucho mas tiempo
-¿Has hablado con Paul?
-Si
-¿Que te ha dicho?-pregunta con la voz triste y algo esperanzada-
Suspiro y me rasco los ojos cansado por la situación
-No se puede hacer nada. Todo era legal
Suspira triste
-Habrá que resignarse entonces
-Buscaré una solución mamá
-Se que lucharás hasta el final. Ahora tengo que colgar. Sophia me está llamando
-Dale una beso de mi parte
-Eso haré. Te quiero
-Y yo a ti mamá
Lanzó el teléfono sobre la mesa de mi habitación de hotel y me acerco a la ventana. Desde aquí puedo llegar a apreciar la playa de San Diego
Miro la hora en mi reloj de muñeca y me quito la toalla, que cuelga sobre mis caderas tras ducharme, para poder vestirme
Tengo una reunión con unos comerciantes así que me pongo un traje gris claro a pesar del terrible calor que hace fuera del hotel
Cuando termino salgo de la habitación y me encuentro con una camarera de piso
-Señor,¿ le hago la habitación hoy?¿ o prefiere como ayer que no la haga?
-Ehhh -me quedo pensativo- si, hazla
Asiente y empieza a empujar su pequeño carro de la limpieza. Meto, cómo es costumbre en mi, la mano derecha en el bolsillo de mi pantalón de traje y entro al ascensor
-Buenos días- digo al hombre que hay dentro-
-Buenos días
Muevo nervioso la pierna mientras observo impaciente como los números de la pantalla del ascensor van disminuyendo.
