el viaje a casa

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Después de ese breve encuentro con el jefe, quien se fue tras unas modelos europeas después de hablarte de esa forma, decidiste quedarte en la barra a beber para intentar quitarte el mareo que te había provocado.

Pero supiste que fue mala idea hasta el quinto coctel, cuando estuviste cerca de caer del banco alto hasta que alguien te atrapó por los brazos.

-¡Aish! ¿Tan pronto estás ebria? No son ni las doce. Que aguafiestas - Sanha te miró con un puchero, puso su saco sobre tu cabeza, pero se apresuró a despedirse de medio mundo llevandote rodeada por su brazo.

No supiste cómo pero pronto estaban en su limusina.

-¿A dónde la llevamos señor?

-¿Cuál es tu dirección?... Unnie... ¡Ey! No te duermas, no puedo llevarte a mi habitación rentada sabes? Me sacaría mi casera...

-Mi dirección... donde tú quieras ir... - dijiste, incluso entre la ebriedad te pareció ridículamente cliché así que reíste - Magnolia 313

-A magnolia 313 entonces. - pidió sanha a su conductor, tuviste un momento de claridad y lo miraste sentado al otro lado

Pensabas que estaría enojado pero en realidad parecía divertido, o ¿feliz?

Pensabas que estaría enojado pero en realidad parecía divertido, o ¿feliz?

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solo supiste vagamente que despertaste cuando tocó tu hombro

-¿Realmente vives en el café magnolia? O es la dirección equivocada...

-Vivo arriba. Rento al dueño.

No supiste cómo pero llegaste escaleras arriba, lograste entrar luego de varios intentos con la llave y solo te aseguraste de dejar tus zapatos donde iban antes de caer sobre el sofá dormida.

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A la mañana siguiente la luz era demasiado intensa, tapaste tu rostro con la cobija, normalmente no entraba tanta luz tan temprano...

¿Qué hora sería? ¡Se haría tarde al trabajo!

Corriste de un salto, soportando el dolor de cabeza, conseguiste bañarte y poner a preparar café, no era un gran desayuno pero mejor que nada.

Corriste por las cosas del día, y al revisar el teléfono para ver la hora -¡Las nueve y diez... momento... del sábado? AAAgh

Te sentaste rendida en una silla, no había trabajo el sábado, al menos daría tiempo de aliviar la resaca.

Pero decidiste que valía la pena un buen desayuno, después de cambiarte a ropa deportiva cómoda, atar el pelo y usar perfume, tomaste las llaves y bajaste al Magnolia.

Estaba más tranquilo que otros sábados, la gente que vivía cerca eran los clientes más mañaneros.

EunBin saltó de su silla tras la barra cuando llegaste - ¡Noona! Al fin te apareces de nuevo. Estaba pensando que quizá te mudaste.

-¿Yo? ¿Porqué pensarías eso? Sé que le debo a tu padre de las escaleras, pero no me mudaría por algo así.

El chico rió con ganas, cabello negro largo y ojos redondos era lindo, siempre lo pensaste, pero un par de años menor y el hijo del casero no era una buena opción... además siempre miraba a otros chicos, aunque nunca habían hablado de sus gustos.

-¿Lo de siempre?

-Sí pero un shot extra de cafeína y jarabe dulce por favor, esperaré por allá.

Estabas leyendo un libro de diseño, o intentandolo con la migraña, cuando EunBin llegó con tu croissant habitual.

-Oye oye, mira la barra, creo que es alguien famoso. Ayudame a tomar su foto y buscarlo.

Había alguien muy alto y delgado con gorra y lentes oscuros ordenando en la barra, se sentó de espaldas pero creías reconocer esa silueta... no se lo dirías a EunBin de todos modos

Negaste ligeramente - No es bueno hacerles eso, se enojaría si llueven fans cuando vean su foto en internet.

Eun Bin suspiró decepcionado. - Aunque tengas razón, quisiera saber quién es. 

Justo cuando Eun Bin se alejó, el sujeto miró sobre su hombro y pareció detener su mirada en tu mesa. Levantaste incómoda tu libro y ajustaste tus lentes de sol, ojalá no fuera alguien de la empresa...

Él recibió su bebida, pero señaló algo más del mostrador. Espiaste mientras recibió su otra compra, entonces viste que se dirigía hacia donde estabas...

Sería tu imaginación, tal vez iba a una mesa atrás... pero no había mesas detrás tuyo... fingias estar ocupada en el celular y estabas por marcar temerosa a Eun Bin cuando el chico se bajó las gafas, había llegado a tu mesa.

-¿De verdad me veo tan diferente de incógnito? tú no eres tan diferente de ropa deportiva o estilo resaca

Solo era Sanha, suspiraste aliviada, pero aún recibían miradas de la gente.

Dejó sobre la mesa sus galletas pero guardaste tus cosas.

-Gracioso pero Ya me iba... 

-No lo creo, a penas sale tu café - dijo asintiendo hacia un Eun Bin atónito, quien se pasmó esperando con la charola entre las mesas para ver si se acercaba a la de ustedes al ver al recién llegado. 

Le hiciste la seña clave con la mano, la seña que indicaba que te irías de ahí y necesitabas para llevar. Habían desarrollado claves en este par de años que vivías ahí.

Pero para tu terror negó con la cabeza y se acercó con la charola tensando cada músculo pero aparentando serenidad.

-Un mocca latte con doble cafeína y jarabe. Y si puedo preguntar quién o qué es el caballero del espresso doble...

Le diste una mirada de advertencia- Gracias... pero el caballero no va a decir ni una palabra. Y a tí te hablare más tarde.

Eun Bin hizo un puchero, pero se alejó haciendo señas a la espalda de Sanha... algo sobre un autógrafo. 




So it's His brother// asi que es tu hermano?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora