Ven... Refugiate en el refugio de los que estamos perdidos aunque sepamos donde estamos.
Encuentrate a ti, encuentrame a mi y a todo aquel que se te perdio en el camino o que se fue en el momento que más querias que se quedara. Encuntra a quien ya...
¿Qué tienes?... Si te cuento el número de veces que me he cruzado con esa pregunta, no termino en dos o tres horas, todas preguntas el tener, como si todo el tiempo se tratase de cargar algo en tus manos, algo palpable o visible, si te dijera que no es lo que tengo si no lo que siento, carajo, es más de lo que puedo tener o de lo que puedo o pueden ver.
Es la sensación de miran un vacío al cual no le vez final, es el momento donde sientes pero no sabes que, donde quiere hacer pero no te permites hacerlo, donde vives, pero pareces que ya estas muerto, donde simplemente te vez desde lo alto mientras caminas, mientras comes si es que lo haces, incluso mientras lloras en las madrugadas cubriendo tu boca con una almohada para hacer le menos ruido posible, porque esa es la otra parte, la parte donde no puedes hablar con nadie por que los que no te juzgan no te van a entender y incluso hasta te van a minimizar mas de lo que tu mente ya lo hizo, de todas formas es algo que no se le puede explicar, es la necesidad de saber todo pero sin que lo sepas por si se llega a cruzar algo desagradable que dañe más tu poca estabilidad emocional, donde temes salir del cascaron porque las veces que haz salido te han roto y tirado al paso que ya temes al exterior.
A eso los doctores le llaman… ansiedad
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
