|'Eddie is a virgin-loser boy'|

TRES

Steve se sentía ahora si como estaba Eddie, completamente ido, no sabía si estaba soñando o todo lo que acababa de pasar era un momento real de su presente.

- ¡STEVE! - Robin desperada le pegó una cachetada, haciendo jadear del susto al castaño.

- ¡ROBIN! ¡¿QUÉ DEMONIOS?! - contestó el castaño llevando rápidamente su mano a su mejilla derecha mientras sobaba el área afectada.

- ME ASUSTASTE, NO REACCIONABAS, IDIOTA.

- DEJA DE GRITAR.

- ¡LO HARÉ SI TÚ LO HACES!

- Okay, ya, está bien, pero no lo vuelvas a hacer, ¿de acuerdo? - el castaño se lo pregunto mientras hacía una seña con la mano a Robin para que subiera a su auto.

- Mira Steve Harrington, Eddie Munson acaba de decirte que le gustas, ¡por dios!, si a mí me dijera eso la chica que me gusta yo ya estaría corriendo detrás de ella para confesarle lo mismo, estás perdiendo el tiempo, grandísimo idiota. - le dijo la chica mientras se subía al auto y se abrochaba el cinturón.

- Apenas y tuve tiempo de reaccionar Rob, no supe qué hacer, y Eddie huyo como un rayo, además estaba molesto con él - Steve le respondió mientras encendía el auto - todo el tiempo se la pasaba mirándome, Robin, ¡el tipo me daba miedo!, okay, si, me gusta, pero deberías de haber visto como me miraba mientras platicaba con sus amigos, ¿cómo podría yo saber que le gustaba si todo el tiempo me miraba como si me quisiera asesinar?.

- Ni siquiera yo podría saberlo, además tienes razón, Eddie parece del tipo que "puede asesinarte y desaparecerte sin dejar rastro". - Robin le sonrió y le dio un codazo en su costilla.

- Ay ya Rob, perdón por decir eso antes, no sabía lo que sé ahora, ¿si?. - el castaño comentó mientras conducía - Pretendo hablar con él mañana cuando lo vea, tenemos algunas clases juntos, solamente espero que no salga corriendo como hoy, ¿tú crees que asusto cuando estoy enojado?.

- Si, definitivamente.

La menor sonrió mientras miraba a Steve conducir.

🚗

Harrington podía sentir el frío en sus mejillas cuando salió de su auto, eran mediados de Octubre, a estas alturas ya estaba concentrado en pensar que disfraz usar para la fiesta de Halloween que organizaba Robin en vez de pensar en sus exámenes, bueno, era algo que no importaba mucho, según él.

Caminó hacia la escuela y respectivamente a su salón que le correspondía, entrando y poniéndose nervioso sintiendo como hasta sus mejillas se ponían calientes de la pena que sentía al ver a Eddie Munson sentado en el banquillo hasta el fondo del salón.

Pero eso fue lo de menos, se armó del poco valor que tenía y fue hasta esa mesa, mirando claramente como Eddie se veía igual que él, o incluso peor.

El rizado estaba nervioso, tanto que movía su pie de arriba a abajo rápidamente y se frotaba las palmas de las manos un tanto sudorosas.

- Mmm, Hola Eddie - el castaño se sentó al lado del pelilargo y lo saludo mientras lo miraba fijamente - ¿estás bien?.

- S-si, Hola S-steve, ¿tú también estás bien?.
El pelilargo le preguntó, frotando su mano en su pierna para limpiar el sudor a causa del nerviosismo.

- Si, todo bien, lamento lo de ayer, en verdad, no estaba tan enojado, en realidad sólo quería hablar y ver si podía obtener alguna solución para que dejaras de mirarme así, sólo tenía un poco de miedo, lo siento mucho, no sabía nada de tus sentimientos por mí y no quería sacarte nada a fuerza ni esas cosas, ¿me perdonas?.

Eddie lo miró perplejo, pero rojo de la vergüenza, nunca creyó que Steve sólo le pidiera disculpas, se había imaginado un montón de cosas horribles que probablemente pasarían al día siguiente, pero ninguna de ellas se asemejaba a lo que estaba sucediendo ahora.

-Y-yo, n-no, está bien, si te perdono, no tienes que disculparte, perdóname tú a mí por decirte eso de repente, se que tal vez no sientes lo mismo, y está bien, sólo no me gustaría que fueras duro conmigo después de mi confesión.

- Claro que no Eddie, necesito decirte algo, pero será después de la escuela, nadie más puede escuchar, ¿si?.

El castaño miró a Eddie fijamente mientras suspiraba.

- Si, e-está bien, esperaré entonces después de la escuela.

El pelilargo respondió, mirando de vuelta a Steve y dándose cuenta que le miraba los labios.

El profesor azotó un libro en su escritorio y ambos saltaron del susto, despegando así su mirada de deseo de ambos.

Me la he pasado leyendo un montón de historias de piratas y barcos navegantes, ¿sería buena idea si escribo una Steddie?