SEIS.

555 43 21
                                    

Las bocinas resonaban con fuerza en la casa pequeña de sólo dos plantas. En la manzana sólo se oía el sonido estridente de la música a todo volumen, también gritos y risas de las personas dentro de la fiesta.

El auto de Steve llega a las ocho en punto y se estaciona cerca de la casa, sale y camina hacía la entrada, buscando rápidamente con la mirada si podía encontrar a su amiga Robin en algún lugar. Sin éxito se decide a entrar al lugar, retirándose a la vez su saco de lana por el intenso calor humano del lugar.

- Dios, esto está de locos - se dice a sí mismo mientras camina por entre cuerpos sudorosos y trata de saltar algunas personas que están sentadas en el piso o tiradas por beber tanto alcohol.

Se había imaginado en su corta vida todo tipo de cosas, específicamente cómo se vería una chica en una minifalda, en un escote muy protuberante, en cualquier cosa, pero nunca, nunca en lo que llevaba viviendo se imaginaría que ver a Edward Munson disfrazado de vampiro le haría trastabillar y quedarse casi en shock en medio de la fiesta.

Eddie se veía malditamente bien, llevaba unas botas enormes con plataforma que le quedaban hasta debajo de las rodillas y se ceñian muy bien en sus pantorrillas, unos jeans negros que se le remarcaron muy bien, una camisa negra que perfectamente estaba abierta justo en el pecho y mostraba claramente un collar de una púa de guitarra y varios tatuajes que poseía Munson, una capa larga hasta los tobillos, llevaba el pelo recogido en un chongo mal hecho que dejaba que algunos de sus rizos se escaparan por sobre sus costados de su cara, unos lentes de contacto de color rojo, delineador negro debajo de los ojos, labial rojo con unos colmillos que adornaban su boca y en las manos sus tantos anillos que Steve claramente podía imaginarse que se verían muy bien alrededor de su cuello.

No se había dado cuenta que se había quedado mirando por más de unos minutos, hasta que vio como Eddie le sonreía de lejos y se acercaba.

Eddie por su parte, también quedó estupefacto con el disfraz de Steve, no dudó en que se le veía muy bien, bastante bien a  decir verdad, traía unos botines blancos con un tacón de no más de cinco centímetros, un pantalón de lino blanco que perfectamente envolvía sus caderas y piernas, y no decir nada sobre sus glúteos, que bien y tonificados se veían en esos pantalones, su camisa blanca estaba verdaderamente acomodada y con las mangas hasta los codos y esa diadema de halo que lo hacía ver como un angelito precioso, pensaba Eddie.

Eddie se acercó a Steve para saludarlo y darle las gracias por invitarlo a la fiesta, pero no se imaginaba lo que pasó en ese momento, el castaño parpadeo y con cara de susto salió casi corriendo de ahí, dejando a Munson bastante confundido. El pelilargo regresó a su lugar de origen mientras se acercaba a Gareth.

- Y se fue - le dijo mientras dejaba de mirar a donde parecía estar en shock Steve y volteaba a su vez a ver a Gareth y sonreía.

- Lo buscaremos en otro momento, ¿te apetece un bocadillo, bebidas, bailar al menos? - le preguntó el rizado jalando el brazo de su amigo para llevarlo a otro lugar y distraerlo de aquel rechazo de Harrington.

🧛🏻‍♂️

Steve caminaba casi con prisa hacia la cocina, tratando de evitar el acercamiento de Eddie, sentía como si sus piernas se hubiesen hecho gelatina sólo por mirar cómo estaba disfrazado, así que no dudó en escaparse de aquella situación y seguir con la búsqueda de su amiga para contarle lo que había pasado. Steve logró llegar a la puerta de la cocina y entró, y ahí estaba Robin, aparentemente un poco ebria besándose con una chica pelirroja con rizos.

- ¡Robin! - gritó Steve mientras jalaba a su mejor amiga de su blusa desgastada.

- ¡Papá, te juro que no es lo que piensas! - respondió la menor mientras manoteaba contra el agarre de Steve.

|'Eddie is a virgin-loser boy'|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora