El Solitario Ser Inmortal [GiyuuShino]

Capítulo 6

Shinobu observó a su alrededor con estupor, y Giyuu la miraba de igual manera. No reconocía para nada el lugar en el que estaba y el sol se alzaba en el cielo brillando con intensidad.

— ¿Qué es esto? ¿Qué está pasando? ¿Dónde estamos? — Shinobu inquirió confusa, y el hombre solo pudo responderle con una palabra.

— Canadá.

— Canadá... ¡Canadá! O sea, el país, ¿con la hoja de arce? ¡¿Esto es Norteamérica?!— el rostro de la chica había cambiado de la interrogación a una emoción burbujeante y arrolladora, y sin darle tiempo a que el pelinegro respondiera algo, se encaminó a explorar el nuevo país al que había llegado. Giyuu solo pudo seguirla, aún sin poder reaccionar del todo a lo que estaba sucediendo.

Shinobu claramente asombrada, pero inesperadamente asimilando bien la información, observaba a su alrededor dudando hacia dónde debía ir, pero con la convicción de que haría turismo sí o sí.

— Que bien. ¿Tiene otros poderes así? — le preguntó al hombre a su lado.

— ¿Poderes? Pero fuiste tú. — le replicó él, haciendo que ella girara a mirarlo bruscamente.

— Si en serio esto es Canadá y usted tiene esta clase de poder, ya me decidí. — aclaró la chica en un arrebato, la decisión llameando en su mirada. Giyuu le preguntó, claramente aún más confudido por lo repentino y la poca coherencia de sus palabras.

— ¿Qué?

— Ya me hice la idea.

— ¿Qué? ¿De qué?

— De lo que tengo que hacer con usted. Me casaré con usted porque estoy segura que es un Ser Inmortal. — declaró ella en absoluta convicción, como si fuera la cosa más natural del mundo, para luego mostrarle una sonrisa dentada que le provocó unas pequeñas arrugas en las esquinas de los ojos y agregar, todavía con aquella abrumadora naturalidad, en un dulce tono de voz: — Lo adoro.

Giyuu sintió que aquella situación se le estaba saliendo de las manos, y se quedó en silencio porque su mente aún shockeada no encontraba las palabras correctas para responder.

— Aww, ¿no se lo dijeron jamás? — se mofó ella, apuntándolo con el índice, una sonrisa de burla se abrió paso en su boca. Giyuu frunció ligeramente el ceño.

— Ya basta.

— ¿Ni siquiera lo va a negar? Bueno, entonces, quiero ir a ver por allá. Será como una luna de miel. — declaró Shinobu mientras se encaminaba hacia el lugar que había señalando con la mano. Al hombre no le quedó de otra que seguirla mientras la llamaba, en un inútil intento por detenerla.

Shinobu observaba a través de los cristales de las tiendas, tomaba fotos, corría de un lado a otro como una niña pequeña y cuando lo veía muy alejado de ella retrocedía varios pasos y le hacía señas para que se apresurara. Giyuu solo podía seguirla frustrado, intentando acompasarse al apresurado e inquieto paseo de la chica.

— Nadie se está dando cuenta, ¿verdad? Encajo perfecto, parezco de Canadá. — le aclaró ella, completamente convencida, a un Giyuu que se apoyaba con una mano de un árbol , lucía cansado de seguirla. No tenía ningún tipo de disposición en increparle que no, no encajaba para nada luciendo claramente asiática y llevando puesto su uniforme escolar.

La última tienda a la que entraron se llamaba ''La Boutique de Noel'', en la cual vendían artículos de Navidad. Ella miraba cada cosa con creciente emoción, completamente fascinada. Un hombre mayor que supuso era el dueño de la tienda, la saludó con un movimiento de mano y un ''Merry Christmas'', y ella con una tímida sonrisa imitó el gesto y contestó lo propio. Cuando finalmente notó que Giyuu la había alcanzado al interior de la tienda, le sonrió ampliamente y se le acercó.