Capítulo 7

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La tarde ya comenzaba a oscurecer así que Giyuu se puso de pie, dispuesto a irse ya del cementerio, pero cuándo volteó a ver, Shinobu estaba a unos pocos centímetros detrás de él, esperándolo. Ella simplemente sonrió al verlo, haciendo una expresión de travesura, logrando que Giyuu suspirara y negara con la cabeza.

— Te dije que te quedaras en el hotel tranquilamente.

— Bueno, cumplí lo de tranquilamente, viendo que ni siquiera me notó. — respondió ella, con una de esas muecas que solía hacer, y luego señaló a las tumbas. — ¿Este el lugar dónde tenía asuntos que atender?

— Ya terminé. Estaba a punto de irme.

— Veo que su tumba es la única sin epitafio ni nombre. — comentó ella, observándo la lápida con la foto del hombre y la fecha de muerte; 1801. — ¿Siempre se ha visto obligado a dejar los lugares dónde ha vivido, así? ¿Cuántas veces?

— No llevo la cuenta. — respondió con seriedad, realmente, había pérdido la cuenta de las tantas muertes falsas tuvo en aquella vida de inmortalidad. Shinobu asintió con la cabeza, y volvió a mirar la tumba, haciendo una reverecia a modo de saludo.

— Hola, mi nombre es Koucho Shinobu. Soy la chica que se convertirá en la novia del señor en unos 200 años más o menos.

— Ya dije que no. — la interrumpió él, y ella simplemente lo miró de reojo y le siguió hablando a la tumba.

— Supongo que no, entonces. Pero señor, sigue siendo tan genial cómo siempre, incluso 200 años después. Es decir, puede ser un poco grosero a veces, pero se está convirtiendo en un buen hombre así que no se preocupe demasiado. Bueno, adiós. — y culminó su extraño discurso con otra reverencia, para luego hacerle una seña al hombre y comenzar su camino de vuelta. Giyuu tenía sentimientos encontrados por culpa de ella, cómo si soledad se la llevara de a poco la brisa que movía el cabello de la chica.— Vamos.

Mientras caminaban por las calles de Canadá, Shinobu no paraba de hacerle preguntas y Giyuu respondía con la paciencia que había aprendido a desarrollar en esos años. Cuándo la escuchaba hablar tanto cómo que quiso de vuelta la soledad y el silencio, unos minutos no estaría tan mal.

— ¿Vivió aquí por mucho tiempo?

— He venido, me he ido y he vuelto de nuevo con suficiente frecuencia para ver una cabaña crecer y volverse este enorme hotel. Este es el primer lugar al que viaje después de dejar mi tierra natal.

— Que pena, debería haberla comprado entonces cuando todavía era una cabaña. Entonces este hotel hubiera sido suyo. — respondió Shinobu mientras caminaba de espaldas al camino y de frente a él. Si se caía, Giyuu se iba a reír por un buen rato, pero simplemente se detuvo un momento y la miró, con una expresión de obviedad en el rostro. Shinobu entrabrió la boca y parpadeó fuertemente. — Espere un momento, ¿no me diga que este hotel..?

— ¿Qué es esa mirada en tus ojos? — le preguntó, al notar el asombro en el rostro de la chica, que luego se transformó en una sonrisa. Giyuu podía ver las ideas moviendo engranajes en la mente de Shinobu, hasta le pareció gracioso. Mucho más cuándo ella apresurada sacó una piruleta de su bolsillo y se la ofreció con una sonrisa de falsa inocencia. No, no se podía reír, tenía que regañarla.

— ¿Quiere esto?

— ¿De dónde lo sacaste? Pensé que no tenías dinero.

— No, no tengo. Así que lo robé. — respondió ella cómo si nada, Giyuu suspiró, no sabía por dónde comenzar a explicarle todo lo que había echo mal. Pero Shinobu no lo dejó, tomando su mano para obligarlo a recibir la piruleta. Giyuu tuvo una sensación extraña que comenzaba allí dónde ella lo había tocado y que lo recorría por completo, así que solo pudo inquirirla por haberle dado el objeto. Y ella se río, una risa que recorría su espalda con una vibración cada vez que la escuchaba.

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⏰ Última actualización: Feb 05 ⏰

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El Solitario Ser Inmortal [GiyuuShino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora