𝐊𝐢𝐧𝐠 [Kookmin]

Capítulo 24.

A la mañana siguiente el alfa y el omega se negaban a despertar, estaban tan cómodos abrazados mientras dormían, que era molesto escuchar los llamados en la puerta.

—Despierta, Jungkook, tenemos que regresar a Golden Werewolf —la voz del alfa mayor se escuchó.

Jungkook abrió sus ojos, maldiciendo, no quería salir de ese momento donde Jimin dormía en su pecho con una distancia considerable debido a su gran vientre mientras él lo cubría por completo con sus brazos.

Estaba lleno de las feromonas dulces del omega y eso le encantaba, era lo único que le permitió no perder la cabeza y escapar de la cama para ir hasta la puerta.

Su padre estaba ahí, perfectamente vestido, con su corona en la cabeza.

—Bajen a desayunar, necesitamos que nos digan lo que pensaron porque después del desayuno estaremos regresando a nuestras tierras y claro que el omega y el cachorro vienen con nosotros —el hombre seguía un poco enfadado con Jungkook, así que sus palabras eran firmes.

—De acuerdo, lo despertaré y si él se encuentra mejor bajaremos.

Dijo rápidamente, cerrando la puerta para regresar a la cama.

Jimin volvió a abrazarlo cuando sintió su cálido cuerpo, instintivamente su nariz se hundió en su piel, respirando las feromonas del alfa y volviendo a dormir plácidamente.

—Jimin —lo llamó—. Hermoso, es hora de despertar —susurró.

—El cachorrito quiere seguir durmiendo —dijo con voz torpe, todavía dormido.

—El cachorrito debe comer, amor —sus manos acariciaron su cabello, despejando su rostro.

—Comer... Sí, quiere comer —se removió un poco, pero sin despertar.

—Vamos Jimin, debemos volver a Golden Werewolf.

Jimin abrió sus ojos tan grandes, el sueño yéndose al instante. Al notar en la posición que se encontraba soltó a Jungkook e intentó levantarse.

—Espera, yo te ayudo.

Bajó de la cama para ayudarlo a sentarse.

—¿Te encuentras mejor? Mis padres nos esperaban para desayunar, después les diremos lo que acordamos y hoy mismo partiremos a casa.

—¿Tan pronto? Tengo un hogar aquí, con Tae, no puedo dejarlo solo.

—Tae vendrá con nosotros, escuché que Seokjin y él se fueron desde temprano para preparar las maletas, todo lo demás será trasladado a casa, pronto.

Jimin ya no dijo más, solo suspiró rendido.

Jungkook lo ayudó a levantar y lo dirigió al baño, sin importarle que Jimin le gruñó que podía solo.

Al estar listos ambos, bajaron hasta el comer donde todos se encontraban esperándolos.

Los reyes de Daegu sonrieron al mirar al omega embarazado, admirando su belleza y porte. Jieun le sonrió a ambos. Los padres de Jungkook se veían calmados o al menos su madre, que miraba al vientre de Jimin con tanta alegría. Seokjin y Taehyung ya estaban ahí también.

Tomaron lugar en los asientos vacíos y los reyes de Daegu dieron la orden de que sirvieran la comida.

El desfile de platillos comenzó, el estómago de Jimin rugió y tuvo que sobar su vientre para calmar al cachorro hambriento.