Capitulo 4

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Estaban aterrados ante la idea de perderme, nadie sabía con exactitud qué me sucedía, no sabían ya a que o quién rogar  por la vida de su hija mayor. Resulta que cuando desperté ellos estaban hablando con las enfermeras sobre cuidados en casa. Planeaban trasladar el respirador y otros equipos para poder tenerme en la comodidad de mi habitación si no despertaba pronto.

El alta me fue concedida al día siguiente. Mis análisis fueron impecables, no había daño cerebral, inflamación o cualquier otra cosa, fue como si no hubiera pasado nada. El doctor me llamo " El milagro del año".  Tengo algunas vitaminas e indicaciones por seguir, pero nada complicado. No quedaron cicatrices, tal como dijo mamá , la piel está mas tersa que las pompis de un bebé y doy gracias por eso. ¿Es extraño? Si...¿Me afecta? En lo más mínimo, así que no le daré más importancia. Que buenas cremas me han de haber untado en mi inconsciencia. Al salir estaban las enfermeras esperando para mirarme feo. No creo poder preguntar por los ungüentos o siquiera volver a este hospital sin que una de ellas me vaya a intentar desconectar. 

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Por fin en casa. Como extrañaba ver a esos feos duendes adornando el jardín.  Papá insiste en sostenerme por silos mareos vuelven. Amo lo atentos que han sido, pero necesito un respiro de tantas atenciones. Abre la puerta y lo que me recibe es un enorme cartel que dice: "Bienvenida a casa". Gente comienza a salir de detrás de los muebles y a gritar que me extrañaban. Se fue al caño mi respiro. Mamá ha invitado a todos los vecinos, amigos, conocidos y familiares a celebrar mi regreso a la vida. Sus palabras son un tanto exageradas. No esperaba que tanta gente estuviera aquí. Creí seria familia o algo así solamente. 

De camino venían  contándome lo emocionados que estaba por la celebración y lo ansiosos que están todos por verme de nuevo. Papá quería que fuera una sorpresa, pero una de las indicaciones del doctor es que no debo ser expuesta a emociones repentinas fuertes. Mamá cree que me dará un paro cardiaco, por lo tanto decidió contarme. Ahora qué recuerdo, también dijo que debo asistir al terapeuta. Tengo programadas sesiones semanales con la psicóloga, ser atacada por un psicópata amante de la sangre deja traumas según los doctores. Yo no siento que tenga un trauma y se lo hice saber, el contesto que no me daré cuenta si tengo un trauma hasta que alguna acción desencadene recuerdos violentos o me lo diga un profesional. 

Yo solo quiero venganza. 

Exacto. No queremos terapia, queremos venganza.

Me estoy cansando de saludar a tantas personas.

Entiendo que me extrañen y tal, solo no era el momento para celebrar. Mis primos más pequeños me preguntan cosas como: ¿por qué dormiste tanto?, sin saber que yo también me pregunto lo mismo. Esa pregunta no tiene respuesta. Si los doctores no saben a ciencia cierta porque mi cuerpo se protegió de esa manera, ¿que les hace pensar que yo tengo idea? Quizá algún día seré capaz de contestar a esa pregunta. Por ahora le digo que me volví una princesa Disney para quitármelos de encima. 

Mi curiosidad y sobre-pensamiento me tiene buscando una respuesta lógica  a todo. Desde el ataque hasta mi salida del hospital. No para de dar vueltas el asunto. Es agotador como mi inconsciencia susurra y susurra que algo hay ahí escondido. Sigo dándole vueltas al suceso y no logro entender por qué ese sujeto tenía lentes de contacto e iba vestido de esa manera. El noticiero dice que puede tratarse de un culto adorador de Satán y que lo qué pasó era una especie de sacrificio en su nombre. También creo que algo esta mal en mi, debería tener miedo a salir, debería estar llorando por todo y todos, preocupada por el que demonios le dire a los demás cuando terminen "mis vacaciones" y deba afrontarme a una bola de metiches sin que hacer. 

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2022 ⏰

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