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-Genial, ahora pasame el azúcar- pidió Alice mientras hacían galletitas con Draco, las vacaciones de verano habían comenzado.

-¿Segura que lleva esa cantidad?

-Sí, Harry sigue castigado y cuando come galletitas, come- habló la rubia mirando a su mejor amigo.

-Ah, que paja hacer tantas ¿después vamos a la pileta(piscina)?

-Claro, pero fue tu idea cocinar.

-Pero no sabía que ibas a hacer un kilo de harina, Alice.

-Tu conoces a mi familia, comen mucho.

Harry apareció junto a Regulus en la cocina, discutiendo nuevamente.

-¡No te dije nada!- se defendió Harry.

-No me hables así-se quejó Regulus-soy tu padre.

-Pero solo te pedí que te muevas para que pueda morir en paz acostado en el sillón.

-¡Ponte a hacer algo productivo!- gritó el adulto sacando varias cosas de la heladera para después mirar al par de rubios- ayuda a tu hermana a preparar galletas, que esta noche vienen tus tíos a cenar.

-¿Por qué no lo haces tú?- retó Harry.

Regulus se puso rojo como el uniforme de gryffindor, odiaba que sus hijos fuesen maleducados, iba a hablar, pero la presión se le fue hasta las nubes y simplemente se desmayó.

-¡Idiota!- lo golpeó en el hombro Alice mientras se agachaba al lado de su padre a tomarle el pulso y sacarle las cosas de las manos.

-Imbecil- se unió a los insultos Malfoy.

Harry miró asustado a su hermana.

-¿Está bien?- preguntó.

-Llama a papá- ordeno seria la muchacha.

James llegó corriendo del trabajo, agarró a su esposo en brazos y se apareció en San Mungo.

Alice, Harry y Draco llegaron en chimenea.

-¿Cómo está papá?-preguntó Harry cabizbajo, jugando con sus manos.

-Entren- habló serio James.

Draco no se paró, simplemente se quedó sentado ahí.

-Ven, Draco, tu también eres de la familia- el rubio sonrío de lado, sintiéndose bien.

Regulus estaba despierto y más pálido de lo normal, mientas hablaba con el medico.

-¡Papá!- exclamaron los chicos potter aferrándose a su padre.

-Oigan, despacio-sonrío Regulus acariciando el cabello de ambos.

-¿Estás bien?

-¿Qué pasó?

-Diganos doctor- pidieron al unísono.

-Van a tener un hermanito- habló Regulus captando la atención de ambos.

-O una hermanita, todavía no se sabe-agregó James dándole la mano a su esposo.

Harry y Alice se miraron.

-¡Que gran noticia!- exclamó Alice.

-¿Otra Alice que aguantar?- se quejó Harry.

-Callate, me amas.

-Ajá.

-Felicidades, señores Potter.

-Gracias Draco.

-Dile a tu padre que te regalamos a Harry, tres son multitud- habló Regulus.

-¡Oye!- se quejó Harry Potter.

Roto//HarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora