06: La vida normal no tan normal

110 11 0
                                    

Me quedé sin palabras, busque un razonamiento lógico pero no hay.

De repente me levanté y salí corriendo del lugar dejando al niño atrás,no fue lo mejor pero los nervios me dominaron.

«En definitiva necesito descansar» pensé intentando calmar los nervios de la situación pero no podía.

Que un vampiro me pida ser su amigo ya es demasiado,no podía seguir intentando entender así que me rendí.

Justo tocaron el timbre para volver a clases,entre en mi salón dándole vueltas a eso.

Aunque sea un vampiro sigue siendo un niño pequeño,¿Que es lo peor que podría pasar?

Hice como si no pasó nada durante el resto del día,al otro día me dí cuenta que Alistar estaba aislado del resto. Me acerque solo por pena y me senté a su lado.

—¿Por qué no juegas? — pregunté en el término más simple que podía obtener para no confundir al niño.

—Los humanos dicen que juegue con los vampiros y los vampiros dicen que juegue con los humanos — explico nervioso haciendo gestos con las manos y tartamudeando un poco.

Ya me olía lo que viene.

—¿Mestizo? — pregunté.

Asintió con la cabeza.

Lo sabía.

—¿Y vas a estar rogando? — suspiré molestas cruzada de brazos —mejor vamos a jugar.

Y no lo hice por gusto,sabía lo malo de ser rechazado,sabía que podría pasarle algo malo,además es medio humano y con eso me conformo.

Tuvimos que volver al aula,yo dibujaba garabatos con colores que no tienen nada que ver,no es nada,solo un árbol color morado.

Luego de la escuela estaba agotada,maldito sea ese humano que me obligó a jugar corriendo por todo el patio.

Subí las escaleras encontrándome con un Koichi rodeado de papeles,me dió pereza ir a chismosear así que me fui con Eleonora que en el biblioteca leía un libro de historia.

«Cielo santísimo,todo el mundo está obsesionado con la caza vampírica,¡Siempre son los malos!¡Todo está jodidamente mal!» pensé guardando mis sentimientos porque sentí la presencia del rubio en miniatura que me pregunta lo mismo.

Eleonora cerró el libro con emoción.

—¡Mi pequeña! — me abrazo quitándome el poco aliento que tengo —preparate que hoy vamos a salir.

Recordé que los escuché a ambos hablar sobre la mejor noticia del mundo,¡Helado de chocolate!,si me compran uno de esos no tengo problema con nada.

2 horas después ya estaba lista para mí chocolate,de camino los rubios en miniatura no pararon de molestar hasta no dar más.

—¡Ya! — exclamé con la mejillas sonrojadas porque no podían tener las manos quietas,desde el inicio pellizcando a mis pobres mejillas.

Pero paso algo que ya me esperaba,me dormí,desde hace rato tenía ganas de dormir porque me quedé hasta tarde sobre pensando lo que paso antes de esa noche con la "caída" de los vampiros...

...

"Oliver me seguía sin decir palabra,parecía nervioso por esta noche,si supiera que no lo dejaría participar.

Dariel tampoco participará,sus heridas todavía no sanaron y sería una locura dejarlo ir,así que ninguno de ellos podrá ir.

—Oliver... — dije en todo firme para que entienda la seriedad del asunto.

—¿Pasa algo? — cuestiono tomando mi mano,la acercó a su cabello para que pueda acariciarlo.

—En lo de esta noche yo te tengo prohibido ir — dije apartando mi mano de él,su incredulidad fue grande y pesar que la venda de sus ojos no me dejaban verlos sabía que tenía ganas de llorar.

Pero no lloro,se aguanto las lágrimas y suspiró.

—Lamento mucho maestra,pero voy a ir — hablo en un tono que por primera vez se cuestiono sobre mis órdenes —lo siento mucho pero iré,no solo por venganza,quiero proteger a mi maestra.

—Puedo cuidarme sola — dije volviendo a caminar.

Pero me dolía que un mocoso de esa edad tuviera esos pensamientos"...

...

Desperté sudando frío mirando a los rubios en miniatura que no apartaron la vista preocupados.

—Subaru,¿Lo sabes? — cuestiono Astra desviando la mirada a Subaru que estaba entrando en pánico.

—Una pesadilla — entro en pánico inquieto por todo el auto —¡Tenemos una pesadilla!¡Una pesadilla!

Eleonora sobre me sostuvo más fuerte entre sus brazos divertida por el pánico innecesario de estos dos.

—Ya,niños tranquilos,solo fue un mal sueño — Eleonora tranquilizó el drama de los rubios que aún así me hicieron sentarme a su lado.

Luego se pelearon por ver quién era el mejor hermano.

—¡Pero yo soy el mayor! — Subaru agarró mi brazo derecho y lo jalo para él,lo mismo hizo Astra con mi brazo izquierdo.

—¡Pero yo también soy el hermano mayor! — apeló intento acercarme a él.

«A este paso me quedaré sin brazos» de una manera muy cómica suspiré por la situación tan absurda en la que me metí sin querer.

De cazadora de vampiros a una vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora