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Jimin se fue un día después de haber soñado con Minjeong y hablar con Aeri, de tal modo que la rubia estuvo más tranquila por no encontrarse a la mayor cada que salía de su habitación. Sí, le gustaba, pero no significaba que no fuera incómodo verla tanto.

Algo gracioso porque Yoo va cada fin de semana y no por Taeyeon, sino por Minjeong.

Estaban en la habitación de Min intentando que Karina aprendiera a tocar el piano, Winter lo sugirió después de notar la emoción de la mayor por el instrumento.

-Entonces ponemos tus dedos de esta manera y simplemente dejas caer cada uno con delicadeza sobre las teclas, como si de una fina pluma se trataran.

Jimin asintió no muy convencida. Un sonido fuerte se escuchó, MinJeong frunció sus labios.

-Eso fue...

-Muy pésimo, lo siento.-Minjeong soltó una risilla y negó, dejó su posición y se colocó a un lado de la mayor, el banco era pequeño por lo que tenía una pierna fuera.

-Mira, algo así.- Jimin observó los ágiles dedos de la rubia tocar cada tecla con delicadeza haciendo que un sonido pulcro sonara. La menor dejó de tocar encontrando la mirada de Jimin sobre sus dedos, sonrió y tomó entre su mano la mano derecha de la mayor.- Así.

Sus dedos manipularon los de Jimin haciendo que un lindo sonido por fin se escuchara, le pidió hacer lo mismo sin ayuda y sorprendentemente lo logró.

-Wow... eso fue increíble, eres muy buena enseñando.- Murmuró asombrada la pelinegra con esa sonrisa sobre su rostro que la hacía ver más hermosa. Tomó la mano de Minjeong nuevamente.- Son tan suaves, tus manos son lindas, Jeongie.

Jimin sintió un déjà vu al decir eso, y si no mal recordaba eso terminaría con una Taeyeon molesta entrando por la habitación de Minjeong.

Miró la puerta esperando el susodicho acto, pero los dedos de Minjeong abriendo paso por en medio de los de ella la hicieron voltear de nuevo.

Eso fue algo que no esperó, por inercia, hizo lo mismo. Era un toque cálido y cargado de un sentimiento peligroso, MinJeong besó los nudillos de la mayor suavemente sin dejar de mirarla.

Jimin tragó en seco.

El sonido del celular de Minjeong la asustó y estaba por caerse de espaldas, pero la rubia puso su brazo a tiempo sobre su cintura, sus rostros estaban tan cerca, no había señales de que alguien fuera a aparecer por esa puerta, y cuando estaban por ceder al momento, el celular nuevamente sonó.

-Tengo que responder.- Gruñó la menor, Jimin se puso nerviosa al darse cuenta que casi se besaban como en aquel sueño. Agradeció en su cabeza esa llamada, aunque también la maldijo.

Winter tomó su celular del escritorio y respondió la videollamada a punto de maldecir a quién fuera esa persona.

-¡MinMin!

-¡Nada de MinMin, tarada! -Susurró fuerte, Jimin pretendió no escucharla.- Hola, Nini.

-¡Hey! ¿Por qué a ella no la insultas? -Preguntó ofendida Jisoo a través de la pantalla, Jennie saludó en voz baja tratando de calmar a su molesta novia.- No importa, el punto, ¡fiesta en casa de Park!

Minjeong rodó los ojos, su yo de 17 años amaría ir a fiestas, pero su yo universitario con 2 horas de sueño lo odiaba, no comprendía cómo les quedaba energía para ese tipo de cosas, quizá sí estaba algo vieja, al menos así se sintió.

Jimin se levantó a punto de irse para darle privacidad a la menor, además de querer huir de allí mismo después de que casi de besaran. Jisoo la alcanzó a ver y como toda una experta en ser discreta mandó un texto preguntando si esa era Jimin.

They Never Know || WinRina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora