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Las manos curiosas de Jimin bajaban por delante de Minjeong, la rubia jadeaba entre risas.

Ambas sólo iban a tomar una ducha, pero se transformó en otra cosa.

—¿Eso te gusta?

La voz ronca de su Karina en su cuello mientras tocaba su pelvis la estaba torturando.
Se giró tomando a Jimin de sus muñecas y besándola contra la fría baldosa del baño, detuvo la regadera y minutos después solo se escuchaban los gemidos de la mayor.

...

Salieron de la ducha sonriendo con dulzura, los ojos de Jimin eran como una dulce miel a la que Min era adicta. La rubia besaba el cuello y las mejillas de la mayor, verla secarse el cabello sobre su cama era imposible de ignorar y desear besarla.

Había tenido mucho cuidado con dejar marcas sobre Karina, aunque ella no corría la misma suerte, la pelinegra siempre la dejaba con mordidas en sus hombros y rasguños en su espalda, incluso tenía una mordida en su nalga.

La coreana mayor era muy atrevida a veces.

Winter rodeó la cintura de Karina con sus brazos y se quedó abrazada a ella, le gustaba mucho abrazarla y escuchar su respiración tranquila.

—He estado pensando en que vayamos al acuario juntas...

Minjeong alzó su cara.— ¿A tu trabajo?

—Sí, quiero enseñarte lo que más amo... ya sabes, una cita cliché.

—Oh, YooJi yo amo lo cliché.

Minjeong quién hacía muecas de asco al ver a una pareja demostrarse amor acababa de decir tal cosa. Incluso ella estaba sorprendida de esa declaración, más porque fue muy sincero. Ella por Karina sería la persona más cursi si eso la hacía feliz, la llevaría a cada lugar estúpido donde las parejas solían ir por el simple hecho de hacerla sonreír, ella haría muchas cosas por verla feliz, y decir la verdad debería ser una de ellas.

—Sé que no, pero valoro el esfuerzo. Solo que quisiera llevarte como mi nov-

—¿Minjeong, estás aquí?

La mayor se quedó congelada en la cama. Winter le hizo señas para que no dijera nada, cada vez sus encuentros se ponían muy peligrosos.

—¿No me dejas masturbarme?

—¡Ugh, eres asquerosa! ¡Saldré, llego en unas horas!

—¡Bien!

No escuchó otra palabra de Taeyeon, solo sus pasos. Jimin frunció el ceño, ¿no se suponía que Taeyeon estaba con su mejor amiga? Algo no andaba bien, incluso cuando le dijo eso a MinJeong, ella se lo confirmó, pero a pesar de eso la miraba como si eso que acabara de suceder fuera algo sin importancia.

Algo pasaba allí, no quiso decir nada al respecto, no quería arruinar el momento, otra vez.

—¿Qué decías?

Karina dudó en continuar su frase, y la decidió cambiar.— Que deberíamos ir en algún momento, seré tu guía.

Winter sonrió y la besó en la nariz.

—Eso suena muy genial, tú dime cuándo y yo iré, seré la mejor visitante a la que hayas orientado.— Jimin arqueó la ceja.

—Entonces seré la mejor guía que hayas visto, sentirás que no querrás salir de allí nunca. Es muy lindo.

—No quisiera salir de ahí estando con una guía tan hermosa como lo eres tú, si eso es a lo que te refieres, señorita Yoo.

Karina la besó sin esperar más respuestas, MinJeong sabía usar las palabras, y su boca. Sobretodo eso último.

...

—¿Puedo abrazarte más tiempo? —Susurró contra el cuello de Jimin.—Te sostendrá por siempre. Por favor no te ocultes...

—No lo haré, ¿sí?

Minjeong observó por encima de Jimin la ventana de su habitación, sonrió.

—Antes de que se haga aún más tarde, ¿quieres salir? Quiero que veas algo.

Karina accedió.

Winter estaba por enseñarle su lugar favorito en la ciudad, solo necesitaba que Tae haya dejado su auto, afortunadamente lo hizo. Luego de terminar de asegurarse que no estaba, le mandó un mensaje a Jimin para que saliera de su habitación.

Ambas chicas se veían como si estuvieran a punto de hacer una travesura a escondida de sus padres. Minjeong sabía conducir, e incluso tenía una licencia, pero sí hermana mayor nunca le dejaba el auto y más de una vez rechazó su petición de uno argumento que el bus era más económico, eso por el tema del mantenimiento, las cuotas, el seguro, y más problemas de los que Min escuchó solo los primeros cuatro.

Al llegar cerca de parque se estacionó, se veía algo abandonado y si Karina no estuviera con Winter pensaría que algo malo le sucedería allí mismo, pero no. Ambas se sentaron en una banca, la vista era completamente distinta a la usual, se lograban ver las estrellas en el cielo y más detalles como pequeñas nubes, puesto que la contaminación lumínica no dejaba ver nada en la ciudad.

—Descubrí este lugar por unos amigos que solían mencionar lo tranquilo que era, literalmente está a 30 minutos de la ciudad, es algo obvio. Pero era curioso cómo un parque tan grande podía estar tan solitario, muy extraño, tal vez pasan cosas paranormales.— Jimin sintió su sangre irse de sus venas. Winter sonrió y la pegó más a ella.—Yo te defenderé, nunca dejaría que algo te sucediera.

Jimin sonrió.

—Las estrellas se mueven paso a paso sobre nosotras, ¿sientes eso? El aroma de esta noche llevado por el viento desde otro lugar. Parece emborracharme, quiero apoyarme en él.—Karina seguía sonriendo sin entender por qué decía todo eso Winter.—Hey, ¿por qué sólo sonríes?

—¿Qué deberíamos hacer en esta noche tan hermosa? —Habló finalmente mirando a MinJeong a los ojos.— Hay miles de estrellas, pero mis ojos sólo parecen enfocar una.

—Tal vez, ¿deberíamos cruzar la resplandeciente galaxia juntas, no lo crees? —Frotó su mano contra la mejilla de la mayor.—Eso quizá, suena descabellado, pero cuando te veo pienso que algo como eso es posible.

—Pienso exactamente lo mismo.

Winter miró esos lindos ojos y sintió su corazón latir con fuerza, las palabras salieron sin querer, su corazón habló por ella, al menos metafóricamente.

—¿Puedes darme la mitad de tu corazón? No te pediré que me des todo, tú eres la dueña de este amor.
Todo lo que necesito eres tú y tu amor. Te estoy dando todo lo que tengo y todo lo que soy, ¿puedes prometerme algo así?

—Yo puedo hacer eso.

Ellas no necesitaban una definición exacta para lo que sucedió esa noche, simplemente sabían que ambas sentían ese amor mutuo, algo que sin querer surgió. Ese día confirmaron una verdad, ellas se querían, ellas realmente deseaban estar con la otra.

Entonces Jimin no necesitaba más razones para ignorar ese hecho, ella iba a actuar.

Minjeong dejó de dudar, el beso que se dieron luego de esa declaración que en resumen era un "me gustas", fue suficiente. Si Taeyeon se enojaba, no le importaba, ella quería a Jimin y era mutuo, no necesitaba más razones para no estar con ella. Ella haría de Yoo Jimin la chica más afortunada del mundo, era una promesa. Lo haría justo el día que le diera esa bufanda.

Estaba esperando ese día, quería ser feliz.

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They Never Know || WinRina G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora