Capítulo 2

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Obligaciones.

El rey suspiró con pesadez mientras se acomodaba en el trono

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El rey suspiró con pesadez mientras se acomodaba en el trono. Había comenzado una reunión de distintos hombres junto a sus hijas para presentarlas ante el rey y su primogénito.

-Lord Robb Lancaster señor de Valley thorns al sur de Nightrom, junto a su primogénita; Lady Aleera Lancaster. - indicó la mano derecha del rey, Lord Jaime.

La Adolescente Aleera rechistó en voz baja, su plan de vida no era casarse y tener un centenar de hijos mientras su cuerpo se deformaba lentamente, ella era viva imagen de su madre; su nariz respingada, su cabello cobrizo y largo, y por supuesto un carácter fuerte y difícil de dominar, mientras que de su padre heredó sus ojos color miel, sus labios delgados y sus expresiones en un momento serio.

Robb Lancaster le dio sutilmente un golpecito en el brazo para que disimule su mirada de repulsión mientras que el príncipe Leif quedó maravillado ante la presencia de una joven tan bella pero no pudo evitar notar que a diferencia de las otras mujeres que se presentaron, Aleera lo miró de pies a cabeza con desinterés y bufó mientras su padre le mencionaba al rey lo cuan importante era está alianza.

-cada que nuestros abanderados anuncian una guerra, las personas guardan silencio y ruegan que nuestra ira no destruya todo el continente. Mi primogénita Aleera heredará Valley thorns y llevará el sur a la gloria, un matrimonio con el príncipe Leif hará que el reino tiemble por el gran poder que tendrá la corona.

El rey observó a su hijo y a Aleera con una sonrisa.

-mañana después de la segunda campanada daré a conocer la elección, mientras tanto el príncipe Leif podrá conocer a alguna de sus hijas para ayudarme en mi decisión.

Tras este decreto, el rey se retiró del salón del trono bajo la mirada de todos los presentes.

Leif bajó la mirada para alzarla y mirar a una de las doncellas que servían copas de el mejor vino de la ciudad, acción que no pasó desapercibida por la reina consorte quién carraspeó y le dio una mirada de reprobación.

Cada Lord preparó mentalmente y físicamente a sus hijas para poder "entablar una conversación" con el joven príncipe.
Aleera miró a su padre y bufó intentando disimular el disgusto en su rostro.

Los invitados se situaron en el jardín para compartir y festejar por el próximo compromiso que tendrá el futuro heredero.

-te comportarás como toda una dama, serás amable y usarás tu mejor vestido y tus mejores joyas. -advirtió Lord Lancaster a su hija.

-de lo contrario me desheredas. -bajó la mirada repitiendo las palabras que su padre usaba comúnmente.

Ambos se alistaron para festejar junto a los monarcas. El día era perfecto, el sol presente no era una molestia en lo absoluto y la brisa helada no incomodaba.
El promiscuo príncipe al ver a los Lancaster, una sonrisa socarrona adornó sus labios mientras dejaba de lado a las doncellas que lo sofocaban incesantemente para ir en busca a la joven Lancaster.

◇Larga vida al Rey◇ +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora