Desde tiempos antiguos, la dinastía Dankworth era solo era una familia plebeya al servicio de la fe, la cual estaba al mando de todo Nightrom con un gobierno dictador y esclavista, hasta que Harryet Dankworth se levantó en contra de la fe junto a ot...
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En una noche bajo la cálida luz de una hermosa luna menguante, nació un niño de ojos avellanas y cabello oscuro como la noche. «La reina ha dado a luz a un hermoso varón» la noticia se había esparcido por el reino como vino vertido sobre un mantel de seda.
La dinastía Dankworth continuaría con el príncipe recién nacido las campanas del gran templo de los dioses resonaron por todo el reino celebrando el nacimiento del príncipe Leif II.
El reino festejaba con gozo olvidando los problemas que ocurrían en las ciudadelas. Incluso más al sur de Nightrom las grandes casas juntos a sus lores festejaban el nacimiento de un próximo monarca.
Lord Magnus Bentley, el consejero del rey mantuvo una expresión poco amigable ante la noticia, la reina no venía de una casa de gran nombre o de gran importancia por lo que para la minoría de las personas, el príncipe era solo un bastardo.
Los antiguos monarcas Dankworths solían casarse entre primos, hermanos e incluso tíos para conservar la pureza de la sangre o simplemente se casaban con personas de apellidos importantes, mientras que la reina Katherine provenía de la familia Strom, una familia al norte del reino y de baja alcurnia.
El Rey George se enamoró perdidamente de la reina Katherine por lo que fue sumamente cuestionado al casarse con ella.
A solo horas del nacimiento del príncipe, los grandes Lores de las más importantes casas fueron a arrodillarse ante el nuevo príncipe entre ellos estaba, Lord Robb Lancaster proveniente del sur, quien estaba más interesado en una unión entre el príncipe Leif II y su hija, Lady Aleera, claro estaba que su propuesta debía de ser sutil ya que la corona no estaba interesada en buscar un compromiso hasta el momento.
Lord Magnus Bentley aconsejó al rey no perderse en el encanto del nuevo príncipe, después de todo los enemigos del rey aún estaban esperando el momento en que éste se debilite para asesinarlo y tomar el trono.
Más allá del oeste de Nightrom y del mar, las ciudades más acaudaladas se revelaban en contra de la corona y de sus reglas, convirtiéndose en enemigos. La corona en varias circunstancias ha intentado tomar acciones para llegar a una tregua pero en cada intento, eran atacados por mercenarios que masacraban a la guardia del rey y robaban sus pertenencias para luego enviar barcos con partes del cuerpo mutiladas de los caballeros. El rey hizo caso omiso y festejó durante días bebiendo y cazando, sin preocuparse de problemas mayores.
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