Am I The Only One - Junhao (Jun & Minghao de Seventeen) [Adaptación]

Capítulo 4 - Three: Anti - Destiny

Aquella vez que Wen Junhui se fue corriendo - vuelto un mar de lágrimas -, de aquella cafetería que tanto le gustaba pero, que ya empezaba a ver de forma repulsiva debido a aquel alfa que lo atormentaba con esa inoportuna llegada a su vida.

Wonwoo se acercó a Minghao sumamente alarmado.

—Minghao, ¿qué le sucedió a Jun que se fue de ese modo? —preguntó preocupado cuando llegó donde él.

—Sucede que ese omega es mío; pero él ya tiene a alguien más —ya era costumbre de Minghao usar ese tono único para referirse a la pareja de su omega—. Y no quiere aceptar lo que el destino puso a su puerta —hizo una pequeña pausa—. A mí —confesó.

En ese momento los ojos de Jeon se abrieron tanto que creyó que en algún momento sería diagnosticado con xeroftalmia, por lo rápido que se secaron y opacaron al recibir aquella cantidad de información.

Pestañeo varias veces y luego tomó asiento frente a Xú. Quien le miró luego de haber divagado por todo el local con su mirada - ignorando que Wonwoo estaba a nada de entrar en un choque hipovolémico o quizás hasta catatonia -, concentrándose en mirar todo y pensar en nada a la vez.

—¿Jun y tú son destinados? —preguntó finalmente saliendo de su estado preocupante.

—Ese alfa que sale con él no es su pareja destinada; yo lo soy. Jun simplemente quiere ir en contra del destino y asume que si pretendemos - porque obvio no podremos -, olvidarnos mutuamente, su vida regresará a la normalidad como antes de conocernos —respondió con cierto tono de irritación, aunque no por el menor, sino con todo y al mismo tiempo con nada, simplemente estaba irritado, y no había que pensar mucho para saber que razones para eso tenía suficientes—. ¿Así o más claro? —se refirió a su reciente explicación.

Wonwoo se quedó pensativo unos minutos y luego se puso de pie, dejando una mano sobre el hombro del peliazul.

—Hao... Yo conozco a Jun, su novio y su mejor amigo desde hace bastante tiempo, por lo que ahora mismo toda esta situación me confunde y me deja en medio de ustedes dos —trato de explicarse—. Por un lado esta mal que no te acepte, pero por otro lado, también entiendo cómo debe sentirse si siempre vio a Vernon como el alfa con quien compartiría un lazo y hasta conectividad - si es que eso fuese posible en parejas no destinadas - pero, antes no tenía conocimiento de eso, para Jun, Vernon es su alfa.

Minghao suspiró sintiéndose más mal de lo que creía. Sí que le había afectado saber eso sobre la vida amorosa de su omega. O quizás solo lo estaba pensando demasiado y por ende la culpa lo estaba consumiendo al mismo tiempo que el dolor al rechazo...

No es mi culpa que así el destino quiera que sucedan las cosas.

Por supuesto que la culpa no era suya.

—Oye, Wonu, tranquilo —habló calmadamente mirando al menor—. Te conté esto porque quisiste saber la razón del estado roto en el que Jun salió corriendo de aquí; y sinceramente también porque te tengo confianza... Pero al contarte, todo no lo hice con la intención de ponerte de mi lado, teniendo conocimiento de cómo es tu relación con él. Así que no lo pienses demasiado. Si yo no puedo encontrar una solución para esto dudo que tu puedas - y no porque te considere incapaz -, sino porque toda esta situación simplemente la puede dar por resuelta Jun, cuando acepte que Vernon con el tiempo encontrará a su verdadero omega y que realmente soy yo quien debería estar a su lado —finalizó.

El pelinegro se sintió un poco aliviado. Pero de igual forma entendía lo mal que debía estar sintiéndose el par.

Era casi como cuando los padres de Mingyu - su omega - no le querían aceptar por ser de otra clase social, con la excusa barata de que no dejaría más que una mancha en el árbol genealógico de la familia Kim, compuesta solamente por personas adineradas.

Y lo sufrió... Esos tiempos para él fueron los peores pero, Mingyu estuvo con él en todo momento, - a pesar de que sus padres no los querían juntos - pero, lo tuvo para apoyarse mutuamente y lo lograron. Ahora eran aceptados y ya nadie veía a Wonwoo como un disturbio.

Sin embargo, la situación esta era diferente. Jun al menos tenía a Vernon, quien era un novio excepcional, y Soonyoung, su mejor amigo que se preocupaba por él como si fuesen hermanos. Minghao tenía a... Nadie...

—No es justo que pelees solo por esto, Hao. Así que yo te apoyaré y seré tus oídos si necesitas que te escuchen, tu consejero y tu paño de lágrimas si alguna vez necesitas llorar. Me tienes a mi de tu lado, y no por presión, yo solamente creo que es lo más justo.

Aquellas palabras provenientes de Wonwoo hicieron al peliazul ponerse de pie y abrazarlo.

—Gracias, Wonu —su voz salió mucho más rota de lo que hubiese querido.

—No tienes que agradecerme nada, Minghao. No llevamos mucho siendo amigos, pero todo este tiempo en el que nos hemos conocido más y nos confiamos nuestras cosas más reservadas, pude darme cuenta de que vale la pena darte una mano cuando la necesitas. Se que si alguna vez soy yo quien está en problemas harás lo mismo por mí.

¡Oh, cuánta razón tienes, Jeon!

Minghao dio unas palmadas en su espalda y finalmente cuando se separaron, el mayor le sonrió. Xú copió su acción y cuando ambos decidieron ya cerrar el local, puesto a que eran más de las 7:30 pm, Wonwoo de la nada hizo una pregunta que dejó al menor estático por unos segundos.

—¿Lo amas, Hao?

No sabría cómo responder eso. No conozco a ese omega del todo pero...

Suspiro. — Es... Es... Complicado, Woo.

—Entiendo. Ustedes aún no han tenido la oportunidad de conocerse como es debido. No sé por qué pregunté eso —se rio bajito acomodando su camisa luego de haberse quitado el delantal con el logo del local.

—No te preocupes —el alfa menor le resto importancia.

—Pero, ¿sabes qué? —volvió a hablar—. Creo que la duda surgió al verte antes hablar con tanta seguridad. Tu lobo quiere muchísimo a ese omega... ¿Quién dice que tu lado humano no puede quererlo de igual forma?

Xú en esos momentos no sabía si agradecer o maldecir el hecho de que aquel chico guapo fuese tan inteligente.

Quizás todo eso le dejaba más confundido y siendo presa fácil de la desesperación y curiosidad. Una mezcla poco recomendable para situaciones excéntricas como esta que le estaba tocando vivir.

Mas prefirió callar. No sabía exactamente qué decir.

Y siendo honesto...

Tampoco sentía que esa pregunta debía llevar respuesta alguna. Tal vez y solo tal vez, era una alentación disfrazada de cuestionamiento.