Am I The Only One - Junhao (Jun & Minghao de Seventeen) [Adaptación]

Capítulo 25 - Twenty three: Love again

Aquella mañana del domingo un preocupado Jun marcaba el número de su alfa.

El pequeño Shino estaba decaído, no quería comer y lloraba bajito.

—¿Jun? —luego de muchos tonos el menor contesto.

—¿Alfa, por qué tardaste tanto? —preguntó medio alterado.

—Perdón, me estaba bañando. ¿Puedes hablar rápido? Es que estoy todo mojado.

—Ah... bueno, algo anda mal con Shino, y tengo miedo.

—¿Qué le pasa?

—Esta muy decaído, no come y llora —respondió con un tono de tristeza inmenso.

Shino era como un bebe para ellos. Solo tenía 4 meses, estaba pequeño, no le gustaba verlo así.

—Joder. Dame unos 10 minutos, mi amor. Termino de bañarme y paso por ustedes para llevarlo al veterinario, ¿okay?

Mi amor...

Jun sonrió un poco cuando escucho aquel apodo cariñoso y luego decidió responder.

—Está bien. Estaré esperándote —sin más acabó la llamada.

—Crees que sea algo muy malo?

—No. Ya una vez se había puesto así y no era algo demasiado serio —respondió al omega que miraba la puerta de aquella consulta donde atendían al perrito.

Se acercó a Minghao con la intención de que este lo abrazara, y lo consiguió. Xú lo abrazó y le acarició el cabello suavemente.

—Tranquilo, Junnie.

—¿Y si le pasó algo por mi culpa, alfa? Shino estaba conmigo cuando comenzó a ponerse así —lo miró con ojos llorosos.

—Jun —no pudo terminar de hablar porque la veterinaria salió llamando la atención de ambos.

—Chicos, solo tenía una espina en la pata derecha. Ya se la he sacado con cuidado, le apliqué una pomada para el dolor y un sedante para que descanse, conociendo la raza, seguramente no durmió bien por la molestia punzante en su patita. Le he puesto una venda acolchada para que pueda caminar sin sentir tanto dolor y asegúrense de que coma bien cuando despierte —explicó la extranjera.

Luego de escuchar aquello la pareja de destinados suspiro con tranquilidad.

—Aquí tienen a su pequeño —sin más Jun sostuvo a Shino, quien estaba dormido y lo miró con alivio.

—Gracias, por todo, señora Paterson.

—No fue nada —les sonrió.

Sin más Minghao dejó una mano en la espalda de Jun y empezaron a caminar afuera.

Una vez dentro del auto, Wen acarició el pelaje del cachorro en su regazo.

—Ayer lo saqué a jugar a la terraza. Quizás se metió entre el rosal de mi madre y se lastimó. Debí vigilarlo mejor —soltó cabizbajo el mayor.

—Hey —el menor llamó su atención—. No le pasó nada del otro mundo, Jun. Shino es un cachorro, es normal que se lastime, no fue tu culpa —su mirada seria hizo al rubio asentir y no volver a culparse.

Pronto el menor empezó a conducir.