Am I The Only One - Junhao (Jun & Minghao de Seventeen) [Adaptación]

Capítulo 17 - Sixteen: Golden echo

Parados en la puerta Jun le hacía una mueca de súplica al menor, mientras las dos manos de ambos estaban tomadas -a la altura de sus hombros- y sus dedos entrelazados.

—Hao, no te vayas —pidió dando diminutos saltos en forma de berrinche.

—Jun, ya es tarde.

—Entonces quédate a dormir —batió sus pestañas en un dulce intento de hacerlo ceder.

—Omega, no tengo ropa para eso.

—Te puedo prestar de mí papá. No es de tu estilo pero es cómoda —siguió insistiendo.

Más que nada porque no quería separarse de Minghao. Se sentía demasiado bien con él. Cómodo.

Xú se zafó del agarre y tomó con ambas manos la cabeza del mayor.

—Junnie... Dejemoslo para otro día, ¿está bien? —le preguntó y el omega tuvo que asentir.

El chico, de ahora pelo rojo, no le había hablado mal, tampoco serio. Pero su tono le hizo convencerse.

Aunque tiempo después sus ojos se llenaron de lágrimas.

Y es que Jun era un omega demasiado sensible. Un llorón para pormenorizar.

—Jun, no llores por favor. No hagas eso —pidió el menor abrazándolo con cariño.

El rostro del rubio quedó escondido en su fornido pecho.

—No te pongas así. Escucha... ¿Qué tal si lo dejamos para mañana? Prometo que luego de que salga del trabajo vendré.

—¿Y te quedaras a dormir? —Finalmente se alejó para mirarle.

—Sí.

—¿Por qué hoy no? —Minghao tomó su rostro con sus manos nuevamente y luego de suspirar contestó.

—Porque es domingo, cariño. Mañana es lunes, el día más pesado para despertar. Ambos tenemos que ir a la Universidad... ¿Entiendes por qué digo que hoy no, Ju?

Jun razonó y luego asintió.

—Está bien, Hao —sorbió su nariz.

Luego sus brazos estuvieron alrededor del cuello del más bajo. Le abrazó posesivamente, como siempre solía hacerlo, y Hao lo abrazo de la cintura.

—Al menos quiero dormir y sentir tu olor cerca —confesó.

El menor pensó en eso y sonrió.

—¿Quieres que te marque? —Jun se separó un poco dejando sus manos en los hombros ajenos, mientras le veía confundido—. Una marca de olor, mordisquito —rectificó y el otro sonrió sonrojado.

—¿Cuándo dejarás de decirme así?

—Cuando olvide lo adorable que te veías mordiendo las fresas como un cachorro —respondió y dejó un beso en la sien del menor—. ¿Quiéres la marca?

—¿Dolerá?

—No, Jun. Es una marca superficial. Sin penetración de colmillos.

—Entonces hazlo —accedió.

Minghao lo volvió a acercar a su cuerpo y, mientras liberaba sus feromonas, comenzó a dejar pequeños besos en la piel del cuello del rubio.

Este a veces se movía un poco, debido al montón de sensaciones que le provocaban esos besos cerca del lugar donde estaría su marca futura.

Xú beso y se frotó contra el mayor hasta que supo que este olía tanto a él, que su olor natural era apenas distinguible.

—Listo —avisó, acariciando con su mano zurda la mejilla del omega.