¿Que será de mi?

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Me sorprendí totalmente al ver lo cambiado que se veía con la ropa que portaba. Lucía incluso más intimidante.

Su mirada era de arrogancia, un patan hecho y derecho, feliz de que las cosas hayan salido a su manera.

"Vamos a casa" Habló y yo no sentí más que fuego en mi interior

Por supuesto que no era su casa, muy a penas y comenzaba a sentirla como mía, no puede ser que llegue este loco individuo a citar mi residencia como de ambos y aún más utilizando un adjetivo hogareño.

No dije nada, tan solo caminé frente a él y salí de aquel salón escuchando sus pasos detrás de mi.

Conforme avanzaba lograba captar varias miradas sobre nosotros, más sobre el. Las chicas en los pasillos lo veían embobadas.

Si tan solo supieran, lo verían con asco.

"No camines tan rápido" comentó en mi oído al detenerme con su mano en mi brazo.

Yo tan solo me sacudí indicándole con mis movimientos lo mucho que detestaba su toque, más continué con mi camino a la par suya.

"No quiero que le hables o lo mataré"

No entendí su comentario hasta que vi como desde el pasillo doblaba a la derecha Suguru caminando hacia nosotros.

¿Como supo que venía?

Había tantas cosas sobre este hombre que no comprendía, pero opté que la mejor opción sería hacerle caso.

Le tengo miedo, demasiado en realidad.

Me sorprende el tamaño de descaro y cinismo con el que me interceptó en mi camino de vida.

La decisión que tomó al momento de conocerme y declararme como suya.

La intuición que tiene desde el momento en el que supo que me encontraba en la universidad, dentro de ese salón, debajo del escritorio.

Esas son las cosas que me hacen ver como es que todo lo que me dice lo puede cumplir en un abrir y cerrar de ojos.

Y por más que me encuentre en peligro y en una situación que no le deseo a nadie.

No tenía ganas de hablar con Suguru.

Esta mal que mi orgullo sea así de grande y por mas que me repercuto en mi mente que necesito ayuda, tanto mi soberbia como mi orgullo no me permiten pedirle ayuda a Suguru. No después de lo que me hizo.

Trague saliva al ver como se acercaba con decisión a nosotros.

Pero toda esa decisión y sus pasos rápidos se fueron esfumando cuando el maldito loco colocó su mano sobre mis hombros atrayéndome a su lado.

Su mano sujetando firmemente mi costado hizo que lo mirara con confusión para encontrar su rostro en dirección a Suguru.

Lo miraba con desprecio y arrogancia.

Una mirada muy característica de el.

Regrese la mirada al suelo y trague saliva nerviosamente al sentir como pasábamos por un costado de aquel hombre atractivo de cabello negro y largo.

Basta, es un idiota.

Todos son unos idiotas.

Pero por más que quería creerme esas palabras algo en mi no me lo permitía.

"Buena chica"

La voz de Sukuna llamó mi atención volviéndome a la realidad.

Dejando a Suguru atrás de nosotros, salimos de la universidad hacia mi departamento.

"Por hacerme caso en eso tu castigo no será tan duro"

"Por favor.... no me hagas nada"

"Eso lo debiste pensar antes de salir corriendo como loca"

Aquellas palabras encendieron el fuego que lentamente crecía dentro de mi.

Estaba molesta ¿como creía este individuo incompetente que yo actuaría?

¿Feliz y realizada de haber sido abusada física y verbalmente a demás de que ahora reclama mi residencia como su hogar?

Detuve el paso abruptamente quitando su brazo de mi hombro.

"El único loco aquí eres tú, no te parece que es totalmente normal la reacción que tuve al descubrir que un ser tan incompetente y estupido como tú se obsesionó conmigo?!"

Su mandíbula se apretó y emprendió pasos decididos hacia mi.

Más no me detuve.

"No quiero estar contigo, no se quien eres y no tengo porque hacerte caso cuando lo único que hiciste fue arruinarme estos días que han pasado. Jamás me había sentido tan miserable como lo hago ahora frente a un ser que no tiene raciocinio..."

Mi cabeza se giró con el impacto de su mano en mi mejilla.

Mis ojos se abrieron grandes y mi mano derecha rápidamente se colocó sobre la parte dañada.

"Maldita mocosa, si quisiera ahora mismo estarías muerta" escupió sus palabras llenas de rabia cerca de mi rostro "Pero no lo haré. Lo que haré será hacerte sufrir y agonizar hasta que yo quiera parar"

Su mano tomó mi brazo fuertemente incitándome a caminar detrás de él.

"Y comenzaré ahora"

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