Minho un alfa real, hijo de un mafioso poderoso y pudiente.
Jisung un omega que estudia música y tiene sueños muy bien planteados, odia que la gente se meta en sus planes.
Entonces, ¿qué pasa cuando estos se vienen envueltos en problemas?
-Omegavers...
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Pasaron semanas en las que Jisung soñaba con volverse a encontrar con ese hermoso alfa de un olor elegante y masculino. Estaba encantado con el olor de ese alfa.
Su omega lloraba y rogaba por ese alfa, Jisung regañaba a su lobo por pensar de esa manera.
–¿Estas pensando en ese alfa?– Felix lo sacó de sus pensamientos otra vez.
Y es que era raro ver a Jisung de esa manera, todo el tiempo se quejaba de los hombres y más aún de los alfas.
Mírenlo ahora con un alfa rondando por su cabeza todo el tiempo, la vida da muchas vueltas.
–Déjame no me juzgues.– Lo miró con un puchero en los labios.
–Jisung, ese alfa sólo fue amable contigo y te salvo de unos idiotas que probablemente te hubieran violado, no te emociones por eso cualquiera lo haría.– Jisung rodó los ojos tomando de su café intentando pensar en otra cosa.
–Ya lo sé, pero no dejo de pensarlo y estaba buenísimo, no es fácil de olvidar.– Félix bufo volviendo a burlarse.
–¿Otra vez pensando en tu superheroe?– Llegó Jeongin sentándose frente a Jisung.
–Ya basta, si ah ustedes les hubiera pasado lo mismo también pensarían en el.– Estaba estresado de la situación, sus amigos lo molestaban con eso todo el tiempo.
Tenía que olvidar a Minho y seguir con su vida como normalmente lo haría. Odiaba que ahora sus pensamientos fueran ocupados por el.
Tan sólo era una atracción de su lobo caprichoso.
El día continuó hasta llegar por la noche a su casa. Vivía en la antigua casa de su padre, se la dio ya que la zona es segura y está cerca de su universidad.
La soledad del lugar le agobiaba tanto, era mejor estar en las calles que en una obscura y sola casa.
Ah su mente llegó el rostro del alfa, no tenía una obsesión con el pero si era demasiado atractivo y cada acción que realizó le hacía sentirse tan nervioso y ansioso.
Jamás tuvo una relación amorosa, uno que otro enrollo y se acabó la emoción. No creyó que era necesario, su vida giraba alrededor de la universidad y su canto.
Amaba eso.
Nada interrumpía sus planes ni sus pensamientos.
Quizá su vida era tan aburrida que un pequeño desliz le hizo querer pasar por eso de nuevo. No se arrepiente de eso e incluso agradece haberlo conocido esa noche.
Por la noche sus sueños eran interrumpidos por el.
Soñaba en cómo el alfa recorria sus labios por todo su cuerpo, su piel ardiendo por ser tocado tantas veces y sus manos juntas creando un vaivén mientras sus cuerpos chocaban. Minho susurraba en su oído y el omega gemia deseoso en el suyo, derritiendose ante el, siendo totalmente vulnerable por el y sus toques que lo llevaban directamente al cielo.
