El Hada de los Dientes (en pausa, continúa en octubre)

Capítulo 8

4 de noviembre de 2022.

Aquel 4 de noviembre me desperté más cansado que nunca. Lo cual era raro, llevaba ya como tres días durmiendo muchísimo, del tirón. Es que no me hubiese despertado ni con una bomba nuclear. Pero aún así me despertaba súper cansado.

Entre eso, y todo lo que estaba pasando, no me apetecía nada ir al instituto, así que le pedí a mi madre que le mandase un justificante a mi tutora. Por suerte, accedió.

Me pasé toda la mañana jugando al Genshin Impact, que por sí no lo sabéis es un juego RPG súper chulo. Encima justo el día anterior había salido un personaje nuevo y estaba a tope para subirla de nivel y ponerla súper bien.

No salí de mi cuarto ni para mear y ya para la hora de comer me dolían los ojos de tanto estar con el móvil, y el cuello de las posturas súper extrañas en las que juego. Así que hice un descanso para comer lo que me había dejado preparado mi madre, unos macarrones con queso, y decidí que durante la tarde sería mejor no jugar.

Creo que ya he mencionado que me flipa Taylor Swift, ¿no? Bueno, pues como estaba en un mood un poco tristón, decidí que era buen momento para escucharme del tirón folklore y evermore. Los escuché enteros tumbado en la cama, mirando al infinito, y como cuando terminé no había tenido suficiente de Taylor, me puse su nuevo disco, Midnights. Menudo discazo se había marcado, y la tía nos había estado dejando easter eggs desde hacía muchísimo tiempo.

Como me encanta como piensa esta señora, y me gusta saber todas las pistas que va dejando, empecé a ver videos en youtube sobre todos los easter eggs que había ido dejando para la era de Mignights. Ah bueno, por si no sabéis lo que es un easter egg, o huevo de pascua en español, son como una especie de pistas ocultas que se van dejando sobre algo que va a pasar. Un ejemplo sería introducir sutilmente el título de canciones futuras en discursos o entrevistas, o incluso poner en negrita ciertas mayúsculas de un texto, de forma que si juntas todas esas mayúsculas se forme un mensaje oculto.

Mi madre llegó a casa mientras aún estaba viendo esos videos, y se puso a ver la televisión en el salón. No pasó ni un minuto desde que la encendió y ya me estaba llamando.

—¡Martín! Ven a ver esto —me gritó desde el salón, y con todo el cansancio del mundo y arrastrando los pies, me dirigí al salón.

—¿Qué pasa? —pregunté sin ganas.

—Mira —señaló al hombre que estaba dando las noticias en la tele.

—Esta madrugada, un adolescente de el Instituto San Isidro, Madrid, ha aparecido muerto en el polideportivo de Delicias —empezó a narrar el hombre—. El adolescente, de dieciocho años, ha sido brutalmente asesinado mientras jugaba a baloncesto en el mencionado lugar. La policía asegura haber encontrado a la víctima colgando bocabajo en una de las canchas del polideportivo. Sus entrañas colgaban de su cuerpo hasta el suelo, donde estaban los pies arrancados de la víctima. Además, le arrancaron todos  los dientes, que se encontraban en un tarro de mermelada junto al cadáver—continuó—. Debido a la similitud con el asesinato de Haizea Uribarri, la policía ha decidido abrir una investigación que pretende llegar hasta el fondo del asunto y evitar futuros asesinatos. Desde aquí, mandamos nuestro mas sincero pésame a la familia de Fernando García. Seguiremos informando.

En la esquina inferior derecha se podía ver claramente una fotografía de Fer, mi Fer, sonriendo felizmente a la cámara. No. No podía ser. Fer no podía estar muerto. Era imposible. Comencé a marearme y me tuve que agarrar a uno de los brazos del sofá para no caerme. Esto no podía estar pasando. Tenía que ser una broma. No podía ser real. La vista cada vez me fallaba mas y sentía cada vez mas nauseas. De pronto, me desmayé y todo se fundió en negro para mí.