Cita a ciegas

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Cita a ciegas.

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Seunghyun se removía incómodo en su asiento, jugando con la cámara de su celular regularmente, asegurándose de lucir apuesto. Aquella mañana había tomado una larga ducha, había puesto especial atención a su cabello, para hacerlo maleable y que se permitiera peinar correctamente, había usado uno de sus trajes, de aquellos que uno compra para la boda de alguna prima lejana y queda abandonado en el clóset, y se había bañado por segunda vez en un perfume particularmente costoso.

La imagen que le regalaba la cámara frontal de su celular le gustaba, se veía apuesto y agradable, finalmente se acomodó los anteojos por última vez y revisó la hora. Todavía quedaban quince minutos antes de que su cita llegara, y él ya estaba temiendo quedar plantado.

Ciertamente, a sus treinta y cinco años no esperaba recurrir a las populares aplicaciones de citas, pero un trabajo de tiempo completo cómo profesor de literatura, y una personalidad naturalmente retraída le habían conducido hasta este momento. Había dejado de lado las ilusiones fantasiosas de la adolescencia, donde su príncipe azul aparece por la puerta y viven felices por siempre, también había superado la añoranza de encontrar al amor de su vida en su día a día, así que decidió mover un poco las piezas y "hacer algo en serio".

"Cariño, está bien si eres gay, ¿pero por qué sigues soltero?" aquellas habían sido las duras palabras de su adorable madre el día que su hermana mayor se casó. Un golpe duro para alguien que claramente no quería seguir soltero. Así que, ese mismo día, descargó un par de aplicaciones para conseguir citas y se sumergió en una larga travesía de desastrosas citas a ciegas.

Estaba seguro de que sus alumnos morirían de risa si le vieran en esa situación, nervioso y transpirando de pura angustia. Si bien, no había tenido muchas citas a ciegas, la mayoría habían resultado no muy agradables. Gran parte de los hombres con los que se había citado buscaban algo de una noche, alguna gran anécdota para contar y, ciertamente, Choi Seunghyun no era una opción viable para eso. Desde que le veían, tan reservado y nervioso perdían el interés, y, si eso no era suficiente, una vez que hablaba sobre su trabajo los perdía para siempre.

Después de todo, ¿qué tenía de divertido un profesor de literatura? Aunque Seunghyun se esmeraba en ser "cool" no le salía muy bien, terminaba haciendo el ridículo o sintiéndose tan tremendamente incómodo que era él quien terminaba las citas.

Seunghyun es una persona sumamente amable y muy educada, pero había cosas muy particulares que lograban ponerlo fuera de sí en cuestión de segundos, una de ellas era que intentaran tocarlo, entendía que la evolución de las relaciones conducía a ello, pero ser tocado por extraños siempre lo aturdía, mucho más cuando eran insinuaciones de índole sexual.

"Mojigato"

"Aburrido"

Le habían llamado un sinfín de veces, y estaba de acuerdo, su pasatiempo era leer y, si no estaba leyendo, estaba dando clases al respecto. Su círculo social se limitaba a su familia y un par de amigos, cuando decidía "alocarse" una botella de vino era lo que bebía, quizás después de todo siempre tuvo un alma vieja.

Genial, ahora se sentía sumamente desanimado. Miró a su alrededor, la cafetería –sugerida por su cita- estaba llena de jóvenes en sus veintes, riendo, conversando y tomándose selfies, entre tantas personas vestidas casualmente él destacaba completamente, con su elegante traje y sus amplios anteojos, sosteniendo un viejo libro gastado entre sus dedos, sólo por costumbre.

"Quizá debería sólo irme" pensó.

Dudoso, revisó el perfil de su cita. Kwon Jiyong era su nombre, apenas un año menor que él, pero con un estilo de vida completamente diferente al suyo. Jiyong no sólo era el hombre más hermoso que había visto, sino que irradiaba un nivel de felicidad y plenitud que Seunghyun sólo había sido capaz de leer en novelas antiguas. En la mayoría de sus fotografías mostraba una ligera pero genuina sonrisa, con hermosos paisajes naturales, era todo un aventurero, fan de la naturaleza y las nuevas experiencias. "Un alma libre", cómo se describía a sí mismo en su biografía.

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