~Capitulo 06~

4 0 0
                                    

Axel Cox

15/06/22-Miercoles

—¿Y...?

—Ok ok, no iré, pero... ¿Por qué haces esto?, dijiste que ella no era nada—Tom pregunta curioso

—Tu...solo no preguntes, ¿sí?

—Ok...

Me encamino, cinco calles abajo

{Dirá que no}

Dirá que si ya veras

{Dirá que no...}

{Ella no esta preparada para nada de esto, Axel, ella tal vez...crea que te gusta...}

Claro que no, ya veras, es...una salida de amigos, ¿ok?

{¿Y ella sabe que son amigos?}

Esta "conversación" acabó, conciencia

{Solo decía...}

Emms^^

¿Estas en casa? 13:50

Si...14:00

Ok... 14:00

Abre la puerta 14:01

Se escuchan pasos hasta pararse en frente de la puerta y abrir de inmediato

Sus rizos dorados caen en sus hombros, trae puesta una camisa de tirantes lila con un lazo en el escote, pantalones cortos del mismo color que se le ciñen perfectamente a las caderas, las pulseras en sus muñecas brillan con el reflejo del sol, al igual que su colgante de péndulo con una "M" a su lado.

Su piel pálida, labios agrietados y ojeras pronunciadas, reflejan sus malos hábitos; que tal vez ella no pueda controlar, sus ojos mieles brillan, pero no por si solos; por el reflejo del sol.

{Se vería hermosa con un brillo natural} pienso

{No podemos negar que este también nos gusta...}

{Nos gusta mucho más a que sean de un color apagado}

—Hola—su voz suena tan apagada como todos los días

—¿Puedo pasar?—ella arquea sus cejas y asiente lentamente con la cabeza como si se auto convenciera.

Al dar pasos hacia dentro ella sale corriendo y grita;

—Espérame en la sala, por favor

Le hago caso y camino hasta el sofá. Saco mi celular y empiezo a ver las redes, esperando a Emma. Escucho pasos y volteo hacia las escaleras por donde ella se fue, y la vuelvo a ver solo que ahora con un suéter rosa viejo. Se acerca cautelosamente hacia mi, y una sombre de sonrisa se planta en su cara.

{Sus ojos...}

{Están brillando por si solos y ...se ve hermosa}

Media sonrisa se planta en el mío a medida de que se va acercando. Ella me ve a los ojos y la tensión crece, al punto de cortarse fácilmente con un cuchillo-que en este caso serian palabras-

—¿Que haces aquí?—directo y sin contemplación

—Yo...venia a invitarte a comer...—parece que he dado en un punto sensible ya que niega mientras agacha la cabeza

—No quiero salir y ya he comido. Pero gracias—puedo ver cómo está mintiendo pero le sigo la corriente

—Tranquila, no importa...

—¿Enserio?

—Tranquila, dije

—Ok—levanta su cabeza y puedo ver el rosado de sus mejillas.

De pronto estamos ambos sentados en aquel cómodo sofá azul rey. Tomo su mano en un acto repentino y ella rápidamente se suelta muy delicadamente teniendo en cuenta la velocidad, la manga de su suéter se sube por unos segundos hasta ella darse cuenta y bajarla rápidamente. Cicatrices. Tomo nuevamente su mano y ella baja la cabeza como si eso le confirmara que los llegue a ver, subo un poco su manga y visualizo su muñeca –y todo el brazo en general- llenos de cortadas algunas frescas y otras que se ve a leguas que tienen ya un tiempo. Sujeto un poco mas el agarre –pero si llegar a lastimar- cuando trata de zafarse.

Siento su mirada preocupada y cautelosa en mí mientras veo todas y cada una de sus cicatrices. Subo la mirada y busco la suya. Cuando lo logro siento que el ambiente ha cambiado {como un momento tan bonito puede cambiar tan drásticamente a esto, no hay nada es simplemente esto}

—¿Desde cuando...desde cuando—empiezo cauteloso—tu te Autolesionas?

—Hace...un año y medio—me es sincera y lo agradezco profundamente

—¿Por qué?—no se mucho del tema y no quiero que nos consumas un silencio

—Me ayuda a desahogarme, Ax...

—¿Podrías no hacerlo?—le interrumpo

—En realidad no se...—se encoje de hombros

—Y ¿trataras?

—Tratare—suena mas como una promesa a ella misma que a mi persona

Silencio, pero no un silencio tenso, ni incomodo, es simplemente silencio

—Cuéntame algo de tu vida, tu sabes el cincuenta por ciento de la mía, quiero saber la tuya...

—Ok—acepto

—¿Si lo harás?—parece sorprendida

—Claro, ¿Por qué no lo haría?

—No lo sé—el color rojo se apodera de sus mejillas

—Hace unos años jugaba póker...—empiezo y me replanto si es la mejor historia

{Vamos ella te conto lo de esa noche, Axel}

—Yo...se podría decir que era muy bueno, trabajaba para el dueño del casino. Ambos logramos mejorar la técnica, al punto que ganábamos sesenta cuarenta, el que jugara se llevaba los sesenta, y el otro el cuarenta, claro. Un día en una apuesta alta junto a un oponente muy poderoso, gane y me anduvo buscando todo un mes. Según lo que me dijeron quería su dinero devuelta y yo ya lo había invertido en varias partes. Me quedaba un poco más de la mitad de ese dinero y me mude hacia acá, la verdad es que no se si aun me busca. Estuve un año sin comunicarme con mi familia. Luego de eso no he vuelto a jugar en casinos ni bares...

—Yo...no se que decir—me encojo de hombros

—¿Quieres cenar?—arquea ambas cejas—Si es que no has comido, Emma. —ella baja la cabeza y me doy cuenta que era cierto lo que dije—Si quieres podemos come aquí. O salir...

—Salgamos, claro...—se rinde y suspira

—Bueno te espero aquí vaya a arreglarse, señorita—pretende hacerse la ofendida

—Que no me veo bien, ¿dices?

—¿Que? Espera. ¡No!—me alarmo

—Ok ok, ya vuelvo—se rie de mí y yo le achino los ojos

Luego de esperarla una hora y media, salimos de su casa, y nos dirigimos a el restaurant con reservación, no dejo de verla de reojo

{Es tan hermosa..} 

Hasta Que Todo Se Apague ༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora