INTENTO NUMERO UNO

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“Ha sido una noche larga y agotadora, ¿no amigo?”, le comentaba a mi reflejo pálido gracias al frio de la oscuridad en aquel sendero que las estrellas me estaban mostrando, si de mi dependiese el perderme entre ese magnifico firmamento estaría junto a la bella dama que ilumina mis ojos y acaricia mi alma de aquella manera tan singular que tenia antes de irse al plano espectral… que no daría por sentir sus dulces abrazos y su dulce voz… sus caricias en mi cabello destartalado y desordenado…aun pese a eso siempre siento como si ella jamás me hubiese abandonado… y aun así perdido aquí caminando me encuentro.. cayendo en mi propio olvido a la luz de la luna… ¿todo esto podría haber sido evitado? Tal vez sí. pero mi memoria ya me esta haciendo hasta alucinar viendo como si ella estuviese de regreso…
Y así… despertar otra vez en mi solitaria cama... sin ella a mi lado es un martirio tan grande que ni volver a mi tediosa rutina calmaría semejante grieta en mi ser que recorre hasta mi alma… como si calmar semejante daño fuese posible… una visita inesperada de mi hermana he tenido y poco le he ofrecido ya que en banca rota he caído… así que con apenas un misero vaso de agua y algo mas insípido que unas cuantas galletas... sin sabor… y ella tan radiante con tan poco conmigo ha estado por un rato. Lo cual hizo menos miserable mi estadía de la mañana prematura al trabajo... resignado a seguir con mi día me despedí de ella en el autobús.
Mientras caminaba a unas cuantas calles más sentía como si una extraña sensación me recorría mi cuerpo. Comenzó a apresurar mi paso temiendo lo peor… hasta que alguien toco mi hombro de forma muy suave. Al momento de voltear con una lentitud increíble mirando el suelo… una chica con un atuendo de estilo gatesco me sonríe y pregunta si quería ir a comprar Gato-café en su cafetería, según ella una gran innovación para las mascotas, pero resultaba que yo no tenía mascotas por el poco espacio que tenia en mi hogar. Por lo cual solo le tuve que entregar una falsa sonrisa y agradecerle diciendo que pasaría algún día por allá. Luego de eso pasaron horas tediosas atendiendo clientes en el inferno’s tech store. Que para no aburrir resumiremos que es una tienda de electrodomésticos genérica y ya.
Ya de retorno a altas horas de la noche, aproximadamente a las 22:40pm volví a divisar a la misma muchacha solo que estaba un poco menos animada, estaba sentada en una banqueta con sus folletos a un lado con cara de resignación según mi parecer… me dude sentarme a su lado hasta que por fin me arme de valor, me quede haciéndome el indiferente leyendo un “libro” llamado “El sujeto de las mil palabras” que era un borrador de un relato que había comenzado a escribir por mero hobbie en mis tiempos libres del trabajo, por lo cual mi redacción y faltas ortográficas eran un calvario visual para cualquier ser humano que posara su vista en él. Y, sin darme cuenta ella se apoyo sobre mi hombro a espiar que estaba haciendo en mi “libro”, por lo que gire lentamente a observarla… ella quedo mirándome y yo solo oí salir de mi boca: “Es una noche oscura, ¿tienes donde dormir o vives por las cercanías de la ciudad?”, a lo cual ella me respondió que apenas había llegado a aquí huyendo de la realidad agobiante que era ser adulto, lo cual me extraño y consulte su edad, al final no era una chiquilla, solo era una muchacha de casi mi edad, con 25 años  y evitando la realidad.. confundida, le ofrecí asilo en mi deplorable morada a lo cual ella acepto gustosa, le preste algo de mi ropa para que pudiese lavar la ropa húmeda y sudada que había usado durante todo el día. Le ofrecí algo de comer y a la mañana siguiente… al despertar solo logré divisar a un pequeño gatito durmiendo a mi lado…

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⏰ Última actualización: Oct 21, 2022 ⏰

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Historia  corta creada gracias a Yeimi AyalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora