❛ todavía recuerdo cuando fui
el primero en saber que te gusto ❜
Amelie Haylan y JJ Maybank han sido mejores amigos desde que ambos tienen memoria. Habían estado en la vida del otro desde que tienen ocho años. Lo fueron hasta la búsqueda de oro en...
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Cuando Amelie finalmente se reencontró con su grupo de amigos, ellos se encargaron de explicarle a la restante el nuevo plan que estaban por llevar a cabo. Kie y Amelie serían quienes se arriesgarían principalmente. Usarían sus notables encantos contra el guardia. Debían persuadirlo y llevarse su atención, para así dejarles el camino libre a los tres chicos, quienes serían los encargados de llevarse aquel dron que tanto necesitaban para su búsqueda del tesoro.
Pan comido.
──¿En serio? ──ironizó Pope, viendo a su amiga castaña con cierta diversión.
Amelie, mientras tanto, se encargaba de soltar su cabello. Luego, tomó los dos bordes de su camiseta y los ató, dejando que la tela quedara mucho más arriba que su ombligo.
──¿Y por qué crees que esta es la mejor forma de distraer a un guardia de seguridad? ──respondió Amelie, siguiéndole la corriente.
JJ tuvo el honor de abrir la puerta para Amelie, quien no tardó mucho más en bajar de la ban a la par de Kie.
──Oigan, no se preocupen. Ustedes pueden ──afirmó John B, viendo a través de la ventana a sus dos amigas.
Amelie y Kie compartieron miradas confusas, sabiendo que en realidad era todo lo contrario a eso. John B no era bueno dando alientos.
Amelie fue la primera en alejarse, poniendo en marcha todos sus encantos femeninos y un poco de su lado Kook.
──¡Hola! ──saludó Amelie mientras agitaba sus manos en el aire. Su voz pareció más aguda de lo normal.
El guardia de seguridad no se tomó mucho tiempo para salir en busca de aquellas dos jóvenes que parecían requerir de su ayuda.
──¿Puedo ayudarlas? ──preguntó el hombre, acercándose.
──Buenas tardes. Mhm... esperábamos que nos ayudaras con nuestro neumático, creemos que se desinfló ──informó Amelie.
──Sí, claro ──el hombre pareció dudar, pero finalmente aceptó. Luego, corrió de regreso a su cabina.
──¡Gracias! ──agradeció Amelie con una falsa sonrisa satisfecha.
──Demasiado fácil ──murmuró Kie, dándose la vuelta hacia Amelie de brazos cruzados, quien asintió, estando de acuerdo.
Tan solo segundos después, el guardia de seguridad volvió a aparecer. Esta vez con el inflador exacto para ayuda a Amelie y Kiara.
──Debe haber estado perdiendo o algo así ──habló Kie, guiando al guardia hasta la rueda desinflada.
En cuanto llegaron allí, Amelie hizo una seña detrás de sus espaldas para que sus tres amigos, quienes las veían con poca paciencia tras esperar aquella señal, lo tomaran como oportunidad para continuar su plan.
