🔥¡estos malditos están locos!🔥

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Capítulo 04.

Jimin tomó su mochila y salió de su casa, para ir a su auto; encenderlo y comenzar a conducir.

Hoy iba a ver a su abuela y le emocionaba mucho el hecho, ya que tenía algunos meses sin verlo por culpa de sus padres y su trabajo. Pero ahora iba a visitarla y chismear mucho con ella.

Condujo al rededor de unos treinta minutos, hasta una gran residencia privada, que estaba cercada y los vigilantes lo dejaron entrar porque sabían que era nieto de Irene.

Aparcó su auto y  sacó su mochila, con algunas bolsas con bocadillos y unas botellas de soju para disfrutar y pasar el rato con su persona favorita. Atravesó un lindo y cuidado parque y llegó hacia la casa de su abuela, tocando el timbre unas tres veces.

Pasaron unos segundos cuando abrieron la puerta y una señora con notorias canas decoraban su cabello corto y algunas arrugas su rostro. Su ceño siempre estaba ligeramente fruncido y sus ojos ojos azules lograban intimidar a muchas personas.

Ella era una alfa y su abuelo era Omega. Era una relación muy extraña pero muy linda.

— ¡Mi pastelito!— exclamó con emoción y abrió sus brazos abrazar a su nieto.

— ¡Mi viejita! — abrazó a su abuela como si no hubiese un mañana y dió muchos besos en su cabeza.

El era más grande que su abuela.

— pasa mi tomatito — le pellizco la mejilla y se echó hacia un lado para permitirle el paso.

Jimin entró y le dió las bolsas con aperitivos a su abuela para que los guardara. Se sentó en uno de los sofás de cuero blanco y se recostó en el sofá, y su abuela se sentó a su lado.

— te extrañé mucho, abuela — la miró con una sonrisa un poco nostálgica.

— awww, yo igual — puso su mano en el hombro de Jimin y le dió un ligero apretón—. Supongo que tienes muchas cosas que contarme— adivinó y se cruzó de piernas.

— así es — asintió con su cabeza—. Mis padres siguen igual de locos, que contrataron a un niñero-sirviente y me hizo la vida cuadritos— comentó, rodando los ojos al mismo tiempo que su abuela—. Quise ser su "amigos" para arruinar el plan de mis padres y hacer que ese chico fuese libre, porque si lo vieras. Parece un gato asustadizo y como si fuese un robot programado.

— así eras tú, tomatito. Hablabas como el programa de: se ha detectado una amanazaimitó la voz de la chica del antivirus, haciendo reír a Jimin.

— quería siempre sorprender a esos seres, pero vi que estaba siendo infeliz con eso y estaba desperdiciando mi vida, tratando de que ellos me notaran y ellos ni bolas— hizo una mueca—. Ellos no han cambiado para nada, pero ahora están más locos.

— todavía recuerdo cuando te hicieron el exorcismos y yo llegué endemoniada cuando me. Contaste eso llorando — frunció su entrecejo con molestia con solo recordarlo.

Jimin miró el suelo, recordando la terrible experiencia.

— fué... Fué horrible — murmuró—. Recuerdo cuando me ataron de manos y pies, también me taparon la boca y gritaban — sintió un escalofrío.

Irene se acercó a Jimin y lo abrazó.

— ya mi pequeño, eso no volverá a pasar porque no lo volveré a permitir — susurró—. No me quisieron dar tu custodia, pero créeme que si algo así vuelve a ocurrir te vendrás conmigo de una vez por todas— aseguró.

Jimin mordió su labio para evitar llorar.

— r-recuerdo cuando me encerraron en el armario cuando era un niño al decir que había un monstruo ahí — un nudo se formó en su garganta.

Cambiemos El Destino. © 윤민. Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora