🔥¿un sueño? 🔥

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Final.

Yoongi pisaba el acelerador con fuerza, manejando a toda velocidad por las calles para que su tiempo no se agotará.

Faltaban aproximadamente unos quince minutos y si podía recordar el sueño, Jimin estaba en una farmacia comprando medicamentos para el aborto.

¿Debería dirigirse para allá primero?

Sin pensarlo dos veces, se desvío por una calle para llegar más rápido para la farmacia.

No podía negar que estaba muerto de miedo, porque si era necesario le dispararía a alguien solo por proteger a su pareja, pero la adrenalina superaba el temor.

Yoongi estacionó el auto en el estacionamiento de la farmacia y se bajó rápidamente, que azotó la puerta —que le dolió a el mismo— y luego empujó la puerta para entrar a la farmacia. Observó a todos lados y Jimin no se encontraba ahí. Se acercó a el chico con el que Jimin habló en sus sueños.

— disculpe, pero no han visto un Omega de baja estatura, cabello rojizo y ojos bicolor— le preguntó ansioso.

El pareció pensarlo mucho antes de responderle.

— si vino un chico así, pero se fué hace unos cinco minutos más o menos — respondió algo dudoso.

— muchísimas gracias — le sonrió y antes de irse sacó un billete de cien dólares y se lo dió.

— o-oiga señor — agitó el billete que le habían obsequiado el alfa.

Yoongi ignoró los llamados del otro alfa y salió rápidamente de allí para volver a montarse en su camioneta y conducir a toda velocidad. Decidió ver la hora en su celular y abrió sus ojos como platos al ver que faltaban solo ocho minutos. También estaba el dicho mensaje de voz que Jimin grabó para el, así que mientras más se acercaba a la multitud lo reprodujo.

Yoongi... Y-yo te amo — sollozó —. Te amo muchísimo y te extraño mucho — dijo, haciendo que Yoongi tragara grueso —. Vuelve por favor — dicho esto, terminó el mensaje.

— yo también te amo y te extraño Jiminie— sonrió con melancolía.

El Tráfico se hacía más presente y el caos de la misma manera; su miedo y adrenalina iban en aumento, que le hizo apretar el volante y temblar su cuerpo.

Un  mal paso y la vida de Jimin se termina.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la multitud de autos y el desastre de personas alrededor, Yoongi estacionó su auto a una distancia prudente, para que su próximo movimiento fuera solo correr y pasarse entre los carros, manteniendo la pistola en su lugar con una mano para que no se moviera. Los autos tocaban el claxon aturdiendo le un poco, pero de igual manera continuaba.

— otro loco corriendo por ahí—  se dispuso a decir uno de los acompañantes de un carro por dónde Yoongi pasaba.

Yoongi se detuvo para preguntarle—: ¿Un chico de cabellos rojizos pasó por acá?

— Mmm... ¿Si? — lo miró sin darle mucha confianza.

— muchas gracias— hizo una reverencia.

Cambiemos El Destino. © 윤민. Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora