🔥desenmascarando las mentiras de un corazón roto🔥

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Capítulo 14.

nada mejor que ahogar tus pemas en alcohol. O eso pensaba Yoongi antes de estar completamente ebrio hasta el culo.

No era nada mejor que embriagarse en el mismo bar dónde Jimin trabaja y dónde lo había visto bailar hace unas horas. Este se fué y le pasó por un lado e ignoró su presencia.

Simplemente lo observó y lo ignoró, haciendo que su corazón se hiciera aún más un cráter.

— e-ess tan hermossso — comentó arrastrando sus palabras debido a estar tan ebrio—. Sus... Sus labios son tan lindo y-y deli-deliciosos. Quiero besarlos.

El barman — kihyun— lo miraba con una sonrisa apenada y algo fastidiada de que ese chico se siguiera lamentando por Jimin. A cada rato miraba a Jimin y halagaba su baile; su cuerpo y su aroma.

Jimin se había despedido de el y se fué con otro chico, e ignoró a el guapo chico frente de el. Kihyun sabía que ese era su psicólogo y al verlo en persona se sorprendió de tan atractivo que era.

— amigo, creo que es mejor que vayas a casa— aconsejó.

— no... No, yo no me voy e aquim... — negó con su cabeza—. Jimin va a venir por mí... — aseguró y le sonrió, para luego borrar su sonrisa—. Jimin... Jimin no me quiere, ¿Si? E-el dijo que-que no — recordó y sonrió con despecho—. ¿Qué no tengo yo... Que tiene ese tipo? ¿Hum? — le cuestionó.

Kihyun exhaló y se compadeció y de ese pobre chico, que había caído en los encantos de Jimin.

— creo que es mejor que vaya a dormir, señor— sugirió.

— otra... Otra cedvezam — levantó la botella vacía con su mano.

— señor, así dijo hace dos horas. Son las cuatro de la mañana— recordó con fastidio—. Jimin no vendrá a esta hora, ¿Okey?

— otra botella— la golpeó repetidas veces contra el mesón sin mucha fuerza.

Kihyun se volteó, abrió el gran refrigerador y sacó una botella de cerveza para dársela y que se callara.

— aquí tiene, pero por favor váyase. Llamé a alguien que venga a buscarlo.

— salud— dijo antes de darle un largo trago a su cerveza.

— eso es lo que le va a faltar si sigue tomando así — advirtió.

— no me... No me importa, ¿Sabe?— su mirada estaba vacía y sin amor—. De todas maneras me voy a morir si no tengo a Jimin— le dió un gran tragó a su bebida.

— ¿Estás obsesionado con Jimin?— cuestionó sacando conclusiones.

— no... No, yo. El y yo somos destinaudosss, pero nos vamos a morir. Preifiero morid yo, a qué el muera, ¿Sabe?

Kihyun lo miró con ternura por aquellas lindas palabras y que casi le dan ganas de llamar a su amigo para que consolara a ese pobre hombre.

— señor, es mejor que vaya a casa porque ya mi horario de trabajo está por terminar — dijo y miró la hora en el reloj que colgaba de la pared.

Cambiemos El Destino. © 윤민. Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora