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El celo de Takemichi se acercaba, se sentía muy acalorado últimamente y odiaba el hecho de que sus manos o los juguetes ya no fueran suficiente para satisfacer su hambre de sexo. Nunca ha pasado un celo junto a un alfa por ello su lobo añoraba la compañía de alguien que fuera capaz de someterlos y llenarlos en todos los sentidos. A pesar de que Takemichi ya ha salido con muchos alfas ningún lo llena, nada es serio simplemente los ve como sexo para pasar el rato y ganar dinero para poder pagar las cuentas y caprichos.

—entonces ¿estás seguro que quieres que me vaya ahora?— pregunta por tercera vez el rubio

—Que si fuyu, estoy seguro que mi celo llegará mañana y sabes cómo me pongo

Los Omegas tenían un cuarto especial para pasar sus celos, pero el de Takemichi era tan fuerte que chifuyu tenía que irse para darle su espacio y también por el fuerte aroma que desprendía el ojiazul pero durante los tres días del celo lo visitaba asegurándose de que se encontrará bien, llevándole comida o más supresores para calmar el calor del Omega.

—Por cierto ¿Dónde te quedarás ahora? — pregunto Takemichi al ver las maletas ya listas del rubio

— O eso... Si ¿Seguro que tienes suficientes supresores? Puedo ir a comprarte más — decía el rubio tratando de huir y evadir el tema.

— Chifuyu — Takemichi achinaba los ojos mientras se acercaba al Omega que empezaba a sonrojarse

— B-bueno, es que baji me ofreció quedarme estos días en su casa aprovechando que kazutora también estará, quieren que empecemos a convivir más los tres juntos — decía nervioso el rubio mientras jugaba con sus dedos y desviaba la mirada

— ¡Osea que mientras yo paso mi celo solo tú irás a follar con esos dos!—grito Takemichi indignado

— ¡Nadie dijo que follariamos imbécil! — grito también  por el repentino comentario de su amigo sonrojandose más

—Ajá

Después de discutir por otro rato chifuyu se fue vuelto un tomate a casa de sus parejas y take entraba de nuevo a su departamento. Se dirige a la cocina y se prepara un cuenco con fresas y crema batida dejando para mañana los supresores ya que según el "es muy pronto para tomarlos".
Después de ver televisión y comer el Omega está dispuesto a ir a su habitación pues ya había anochecido pero un toque a su puerta lo detiene. Confundió se dirige a ella pensando que es chifuyu quien tal vez se había arrepentido de pasar unos días con "sus parejas" Curioso abre la puerta pero en vez de ver a chifuyu se encontró con su amigo Kakucho.

—hey michi ¿Cómo estás?—  saludo alegremente el alfa con una cicatriz en la cara — chifuyu me dijo que últimamente no has estado del todo bien y que tuviste pesadillas hace unas semanas — empezó a decir nervioso el alfa rascándose la cabeza— no quería incomodar pero te traje algunos dulces y películas, espero no sea mucha molestia pequeñuelo— dijo alzando con ambas manos las bolsas que traía. Takemichi soltó una risita enternecido por la imagen de su amigo

— adelante puedes pasar y poner las bolsas en la cocina— abrió totalmente la puerta para que pasara y la cerró en cuanto entro.

—¿No está chifuyu?—pregunto extrañado el alfa ya que era el primero en recibirlo cuando los visitaba

—No, fue a casa de su alfa y el beta a pasar unos días allá —se encogió de hombros restándole importancia

Kakucho asintió mientras dejaba las bolsas y se diría a la sala para dejar su chaqueta en unos de los sillones.
Takemichi por alguna extraña razón lo empezó a observar disimuladamente y se sonrojo al darse cuenta del físico bien trabajado de su amigo, esa espalda grande y marcada, sus brazos grandes y fuertes gracias al ejercicio, maldijo a sus adentros cuando se sentó alado de la chaqueta e inhaló las potentes feromonas impregnadas en la prenda que lo hizo tensar las piernas de inmediato. ¡Estúpidas hormonas de su próximo celo!

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