¡Joder! [Mattom]

2

Un rato después la casa estaba amueblada, aunque algunas cosas no entraban, por lo que tuvieron que esconderlas debajo de la cama. Ya era demasiado tarde, así que todos se dirigieron a sus habitaciones para descansar de aquel día ajetreado.

- Matt, juro que sí me tocas, te voy a golpear tan fuerte que vas a perder tu sentido del tacto - amenazó con una mirada fulminante al rubio que estaba asustado.

Ambos estaban dispuestos a dormir plácidamente y así lo hicieron pero la cama era demasiado pequeña y era imposible que no se rocen aunque sea un poco, todo era relativamente soportable para Tom, hasta que unos brazos se entralazaron por el torso de Tom, el rubio lo había abrazado inconsciente pensando que tal vez era una de sus peluches. El de cuencas hizo un movimiento brusco haciendo que Matt se caiga de la cama y de un pequeño chillido de dolor.

- ¡Carajo!¡Te dije que te iba a matar si me abrazabas! - Tom ahora estaba encima de Matt agarrandolo de la polera, el más alto sólo atinó a llorar, al escuchar esto, Edd y Tord corrieron a la habitación, aunque el de cuernos solo iba para ver la pelea.

- ¡¿Que haces?! - ahí estaba Edd protegiendo al rubio que estaba tapándose la cara como un bebé frágil.

- ¡Es su maldita culpa le dije que no me tocara!

- ¡Tom solo déjalo! - el alcohólico soltó bruscamente al fresa, se levanto y se fue hacia el sofá como un perro castigado.

...

Tom estaba abriendo los ojos hasta que se encontró con una sábana que la reconoció al instante, era de Matt, el de cuencas solo lo apartó a las malas, y se paró de un solo saltó, fue hacia la cocina donde todos estaban desayunando, Tom los miró con una cara de pocos amigos y se sirvió su desayuno, de verdad no había dormido muy bien, el sillón era "demasiado chico para su altura" y Ringo no dejaba de molestarlo ya que el dormía ahí.

- ¿No vas a pedir disculpas? - le dijo Edd mirando de reojo a Matt, Tom solo le sacó el dedo medio y siguió comiendo, el de verde solo suspiro y rodo los ojos.

...

Ya era de noche, Tom había salido del trabajo defrente a un bar, bebía pequeños sorbos de su copa mirando hacia un punto fijo sin tener nada en mente hasta que una voz lo interrumpió.

- Hola - dijo sonriente una coqueta castaña de cuencas, su pelo era realmente largo y endulado, llevaba un estilo algo relajado, llevaba un polo y por encima un abrigo abierto, unos pantalones holgados, unas zapatillas iguales a las de Thomas, un pin de una guitarra en su abrigo y unas pulseras negras.

- Hola, ¿Como te llamas? - dijo sonriendo Thomas, no sabía si era gracias al alcohol pero veía a esa chica tan sensual y hermosa, era su tipo, lo sentía como si de su alma gemela se tratase.

- Susan y tu? - Dijo moviendo su dedo por su copa.

- Thomas, ¿Tu tocas guitarra?

-¿Lo dices por el pin? Bueno, si toco la guitarra.

- ¿No quisieras ver mi guitarra? - Susan río un poco al chiste se doble sentido que había hecho el castaño.