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Igualmente como anteriores días Matt se levantó tranquilamente pero al tomar conciencia le pareció extraño ver que el de cuencas no estaba por ningún lado, así que salió hacia la cocina para ver si estaba, pero cuando salió, vio a su alrededor y no encontró al de cuencas pero si vio como el de verde ponía hielo en el ojo del de cuernos que estaba reposando sobre una silla.

- ¿Donde está Tom y qué pasó con tu cara? - dijo el rubio algo asqueado.

- Bueno, salió hace rato pero estaba de mal humor.

- ¿Por qué lo dices?

- Porque cuando le dije "¿Por qué esa cara?" ¡¡ME LANZO UNA ESCOBA!! - grito el de cuernos.

Eso explicaba el ojo morado y porque el de cuencas no estaba pero, ¿Por qué estaba enojado? El de cuencas solía tener una expresión antipatica o ser negativo pero aveces verlo tan enojado era algo raro de ver.

- ¿Sabes por qué estaba enojado Matt? - pregunto el de verde como si le leyera la mente.

El rubio fresa negó aunque luego se puso a analizarlo mejor ¿Qué pudo haber hecho o dicho? De solo pensarlo le empezaba a doler la cabeza pero luego de intentar buscar una respuesta no encontró nada y miro al de verde con frustración.

- Seguro luego vuelve y le preguntamos qué pasó, ¿Esta bien? - asintió.

...

El de cuencas había salido hacia su trabajo, le habían cambiado el turno de forma repentina, al final cuando terminó su turno, llamo a Susan, la chica que había conocido hace unos días en un bar, quedó en verse con ella en el bar que frecuentaba para "conversar" o tal vez para algo más.

- ¡Tom! - grito la castaña a lo lejos llamando la atención del de cuencas que la buscaba entre la multitud.

El nombrado se acercó hacia ella con una sonrisa, se le pasó enseguida el mal humor cuando la vio con una sonrisa pícara.

- Susan, ¿Cómo te va?

La chica dio un suspiro pesado ante la pregunta y se desanimó de inmediato.

- Bueno, no muy bien que se diga, mi jefe se me "insinuó" y tuve que renunciar porque me amenazó, ahora estoy desempleada y tengo gatos que alimentar, wi...! - dijo para dar un trago seco a la copa, el de cuencas puso su mano en la espalda de la chica.

- ¿Hay alguna forma que pueda ayudarte? - la chica lo miro por unos minutos y luego una sonrisa pícara apareció en su rostro.

- Si, Vamos a mi casa.

Susan estaba algo mareada por el trago, había bebido algunas copas y estaba empezando a emborracharse, así que al de cuencas no le sorprendió que la de cuencas se haya abalanzado encima de él para besarlo con desesperación pero el contrario la separó.

- Esta bien, vamos.

Pidió la cuenta y la pagó, ambos salieron de el bar y afuera de este pidieron un taxi que los llevó a la casa de la castaña. Era algo lejos su casa y ya estaba oscureciendo, a lo largo de unos minutos habían llegado a su casa.

Era algo pequeña pero luego recordó que ella vivía sola y era del mismo tamaño que su casa así que, ella tenía mejor vida que el, El de cuencas bajó del taxi y apoyo a la castaña sobre el y así se ubicaron al frente de la entrada. La castaña medio adormilada abrió la puerta y con entusiasmo le dio un rápido recorrido a su acompañante para terminar el recorrido en el cuarto de la castaña.

- Bueno, ¿Vienes? - dijo la castaña que se había tumbado sobre la cama mirando al contrario picaramente.

Este se sonrojo de inmediato y algo nervioso se paró firme.

- No creo que estés en condiciones para hacerlo ahora, sería mejor que duermas.

- ¡Estoy sobria! Vamos, será rápido. - insistió jugando con un mechón de su pelo.

La de cuencas se levantó rápidamente y se acercó al contrario para darle un beso y jalarlo de la camisa lentamente a la cama. Este cayo en la cama junto con la castaña para darse un beso, aunque luego de esto se levanto de inmediato y se sentó en la cama.

- Susan ¿Y si mejor dormimos un rato?

La castaña dejó de insistir y se acostó tranquilamente al igual que el de cuencas, a los pocos minutos se quedaron profundamente dormidos, lo malo es que se olvidó que esa no era su casa y que su teléfono estaba descargado.

...

En la casa estaban preocupados, aunque el único que estaba algo paranoico era el de morado que daba vueltas en su cama intentando pensar que habrá pasado con el de cuencas que no aparecía por ningún lado ni daba señal de vida, anteriormente le había pedido al de verde que vayan a buscarlo pero este se negó rápidamente, no era la primera vez que el de cuencas desaparecía así que esperarían a la mañana siguiente, en realidad el único que estaba preocupado era el porque pensaba que tal vez le podrían haberle robado, secuestrado o simplemente se hubiese escapado.

El de morado se había levantado y fue directo hacia el sofa, iba a ver televisión aunque ya eran las 2 a.m., esperaría pacientemente a que el de cuencas regresara pero despues de un par de minutos fue tanto el sueño que se quedó dormido en el sofá.
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Perdón por las faltas ortográficas y gracias por leer, xaoo!

¡Joder! [Mattom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora