Haré lo que sea por volver a ser tuya - Jenlisa ¡GiP!

No me vuelvas a buscar Jennie Kim

- ¿Dónde se supone que vas? Tú y yo no hemos terminado de hablar. – Ataje a Rosé para que no se escapara esta vez.

Miró unos segundos el agarre y luego fijó su mirada en mí, me sentí un poco avergonzada por mi reacción así que la solté suavemente y carrasqueé, no pensé reaccionar de esa manera.

- Lo siento, no quería actuar de esa forma. – Me disculpé sinceramente.

- No te preocupes, esta bien. – Se quedó callada unos segundos y luego volvió a hablar.

- Jisoo, no sé de que quieres hablar y a qué viene tu reclamo de que salga con Irene o con alguien más, pero quiero que recuerdes que las dos tenemos un pacto y aunque no nos guste hay que cumplirla.

Me acuerdo perfectamente de ese trato, pues a duras penas lo acepté, teníamos miedo, no supimos sobre llevar lo que estábamos sintiendo y decidimos seguir cada una por nuestro camino, sin que nuestras amistades se enterarán Rosé y yo salíamos, no como novias, pero era cómo si lo fuéramos, nos estábamos conociendo más allá de la amistad que teníamos, pero todo se fue a la mierda, habíamos confirmado nuestro miedo cuándo Lisa y Jennie terminaron y sinceramente no queríamos seguir ese camino.

Nuestras familias, no son tan pacíficos cómo los que son de mis amigas, es algo un poco mas complicado a diferencia de ellas, porque sus familiares aceptan y aman su relación. Claro está que eso también ha influido bastante en nuestra separación, pero es algo difícil de tratar.

Por más de que exista ese estúpido pacto, no hemos podido dejar de celarnos, no puedo verla con otra persona y al parecer ella tampoco me puede ver con otra, como lo es justo ahora, me arde la sangre saber que otra persona pueda ser el motivo de su sonrisa perfecta, o de sus risas o peor aun que llegué a enamorarse de otro que no sea de mí, simplemente no lo aguantaría, por eso a veces actuó de manera grosera, inmadura e infantil en frente de ella, creo que es la manera de disfrazar lo que siento realmente.

- Recuerdo perfectamente el pacto Rosé y lo respeto. – Miento, no lo aceptaré. – Así que, si tanto quieres salir con cualquier persona que se te de la regalada gana, pues adelante. - Me encogí de hombros mientras que hacia un ademán de que la puerta para ella estaba abierta.

- ERES INSOPORTABLE. – Me empujó para salir, pero antes de que saliera llamé su atención. – Y TU ERES INSOPORTABLEMENTE HERMOSA. – Le guiñó un ojo y le tiré un beso.

Bien... esta vez gané yo. – Festejé a mis adentros que me haya salido bien el guiño... ahora sólo queda aguantar verla con otra persona. (Por el momento)

(_____________)

- Hey... Oye Jennie espera... - Estaba furiosa y no sabía porque, realmente sí sabía y también sabía quién era justamente la culpable de mi enojo.

- ¿Qué quieres Lisa? – Me quedé y la fulminé con la mirada.

- Hablemos, por favor. – Pidió suplicante.

- De que quieres hablar, acaso no sabes que te están esperando. – Como odio pronunciar esas palabras.

- No te entiendo Jennie. – Confesó.

- No tienes porque hacerlo. – Ya no me contestó, entonces decidí volver a hablar. – ¿Saldrás con ella? – Pregunté esperanzada a que me dijera que no.

- Lisa tragó saliva y hablo. - La idea era salir con Rosé, estaba mal cuándo me fui de tu casa y quería hablar con alguien, no sé, distraerme y le pedí a Rosie que nos viéramos, pero resultó que ella ya tenia planes con Irene y una amiga. – Explicó.

- Y tú gustosa aceptando salir con ellas, ¿cierto? – No, no podía creer ésto.

- Claro que no, de hecho, lo dude, pero estaba mal, ok. - Afirmó.