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Frente a Seokjin estaba un hombre apuesto, con un cabello suave, su piel era pálida como la nieve y tenía ojos marrones claros.

Seokjin saludó al nuevo protagonista masculino secundario que encontró.

—Hola, Yoongi.

La expresión de Yoongi se endureció con frialdad al ser llamado por una persona no identificada. Se acercó y agarró a Seokjin con brusquedad.

La capucha de Seokjin cayó hacia atrás, revelando su deslumbrante pelo rubio y sus ojos azules. Su expresión se volvió extraña.

—¿Quién es usted?

Seokjin sonrió con una cara que parecía irreal.

—La persona que recibirá la rosa de ti.

—¿Crees que te la voy a dar sin más?

Yoongi se quedó boquiabierto. Seokjin hablaba sin pudor, como si ya hubiera recibido la rosa.

—Por supuesto. Ya que tú también me vas a necesitar.

Mucho más molesto que su descaro era su actitud de sabelotodo.

Había un cálculo meticuloso detrás de la cara con la sonrisa traviesa.

Yoongi tenía la fuerte sensación de que, si bajaba la guardia, sería engullido por ese joven desconocido.

—¿No hace tiempo que no florece una nueva rosa?

Ante las palabras de Seokjin, Yoongi se sobresaltó y estrechó su agarre sobre él. Seokjin dejó escapar una mueca de dolor porque no se había curado del todo de las heridas recibidas durante el secuestro.

—Me duele…

—Ah.

Yoongi se sorprendió y retiró rápidamente su mano. Al ver que sus mangas estaban arrugadas, se dio cuenta de que había usado más fuerza de la que pretendía.

—... Lo siento.

—Esto está bien.

Seokjin se alisó las mangas como si no le hubiera dolido hace un momento.

El matiz de sus palabras, pronunciadas casualmente, era tan extraño que los ojos de Yoongi se dirigieron involuntariamente a Seokjin.

"¿Eso está bien?"

¿Significaba eso que no le importaba el dolor hasta cierto punto?

Puede que fuera un salto, pero Yoongi tenía una aguda intuición.

Pensó que Seokjin era algo insensible a las cosas que podían dañarlo.

"Lo que le hace más peligroso"

Parecía una flor brillando con el rocío bajo el sol de la mañana, pero su aire era el del cielo oscuro antes del amanecer. ¿Cómo llegó un joven como él a conocer la existencia del Jardín Negro?

Además, sus palabras eran correctas. La situación de Yoongi no tenía buena pinta.

—Este trato no será malo para ninguno de los dos. Yo obtengo el poder mágico y tú obtienes fertilizante para tu jardín.

Sus palabras mostraban que conocía el coste de conseguir el poder mágico.

Yoongi volvió a examinarlo cuidadosamente.

La túnica estaba hecha de telas lujosas, y su broche estaba adornado con piedras preciosas. Debía ser de una familia importante. Era imposible que un joven como él quisiera el poder mágico sólo por diversión.

The Emperor's Doll - KookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora