Perdón - RusArg

Capítulo 6

"De repente te da por romper a llorar,
por decir que jamás me pudiste olvidar."

DÍA 6: LUNES

Un argentino con pequeñas ojeras por debajo de sus ojos iba a la sala de reuniones, le había costado levantarse temprano, pero si quería llamar la atención de Rusia entonces lo haría...

Argentina: espera... ¿Qué? –¿¡EL!? ¿La gran republica argentina intentaba llamar la atención de alguien? –agh (prometí que nunca volvería en hacer lo mismo) -miro la ventana que estaba al frente de la puerta de la sala –estamos en el tercer piso, si me tiro por ahí ¿moriré? – hablo para sí mismo.

Rusia: si fuera un humano sí, pero como es un país solo tendrá lesiones leves o caiga en un coma temporal. Buenos días señor argentina.

Argentina: (carajo) buenos días –intento sonreír.

Rusia: ¿está bien?

Argentina: claro que sí, una joda no me hace daño.

Rusia: ¿joda?

Argentina: una fiesta, salir a divertirse y esas cosas.

Rusia: oh... eso –comenzó a caminar hacia adentro de la sala – que pérdida de tiempo.

Argentina: (...) ¿no sales a divertirte?

Rusia: me divierto yendo a la biblioteca, tocar el piano o ir al museo, estar en un lugar en donde hacen mucho ruido, con muchas personas y además seguramente fuman, es insoportable de imaginar.

Argentina: (tienes suerte de tener una linda cara y un buen cuerpo) tienes razón, ir a un museo en donde solo hay estatuas o pinturas es mejor que una joda, tirarse de un segundo piso hacia la piscina mientras haces una mortal hacia atrás no es divertido, no es que yo lo haya hecho obviamente –sonrió y se sentó en su silla, había seguido al ruso.

Rusia: ok, entonces – se puso sus anteojos y guardo el estuche –el viernes acompáñeme al museo, van a poner nuevos fósiles y quiero verlos ¿Qué dice, señor argentina?

Argentina: -se quería pegar un tiro, entre dientes hablo- ¿a qué hora?

Rusia: a las 17:00, nos podemos encontrar en la cafetería en frente del establecimiento.

Argentina: está bien, me encanta la idea. Pero deberías darme tu número por las dudas ¿no?

Rusia: ok – saco su celular –por favor agende mi número, es 8 495xxx xxxx.

Argentina: -saco su celular y agendo su número – listo –apretó el icono de teléfono y escucho como el celular del ruso sonaba –ahora ya tienes mi número –le guiño el ojo –te agende como Rusky <3  Agéndame como mi amor o futuro amor de tu vida.

Rusia: -sin expresión alguna escribió en su celular – como República Argentina está bien –la conversación termino ahí.

Argentina: (Le gusta los museos e ir a la biblioteca y tocar el piano, no le gusta los lugares ruidosos, ni la multitud, anotado. Sera un largo mes)

"...pero se te pasó que al marcharte de aquí,
yo quedé igual que tú, libre para elegir."

* A veces Rusia no entiende el sarcasmo.