Dos.

26K 1.9K 1.5K
                                    

El llanto de Felix jamás cesó, y eso literalmente estaba generando que me de un fuerte dolor de cabeza, haciendo que quiera sacarle sus cuerdas vocales para que se callara un segundo, pero fué aún mas molesto cuando pasaron minutos y los sollozos se siguieron escuchando, hasta que no aguanté y exploté en solo segundos.

—Ya cállate—el estar tan cansado y enojado, no mido mis acciones y lo golpeó fuertemente en su mejilla, tal como su padre lo había hecho hace unos minutos, sin embargo, logré que sus lágrimas salgan ahora con más frecuencia y su llanto aumente. Por un segundo le tuve lastima, haciendo que le saque la cinta de su boca y lo mire directo a sus ojos—me tienes cansado con tu llanto—digo ahora más calmado—¿acaso quieres que te mate?

—No, por favor alfa—al nombrarme de esa manera, solo hizo que mi calentura se haga presente, queriendo follarlo aquí mismo, pero tuve que calmarme, ya que aún nos encontrábamos dentro del auto.

—Entonces cállate, te saqué de ese maldito infierno, y si tu padre te quiso vender, es por algo. ¿No?—miro como el rubio calma sus sollozos y baja lentamente su cabeza hacia abajo, cambiando su mirada de terror, hacia una completamente triste.

Habían pasado dos horas desde que Felix dejó de sollozar pero que sus lágrimas aún caían de sus ojos, haciendo que me moleste un poco por aquella acción, sin embargo, decidí ignorarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Habían pasado dos horas desde que Felix dejó de sollozar pero que sus lágrimas aún caían de sus ojos, haciendo que me moleste un poco por aquella acción, sin embargo, decidí ignorarlo. Ahora nos encontrábamos en mi avión privado, haríamos un viaje de negocios y el rubio era un invitado especial para mi.

—El cuarto ya está preparado señor—dice una voz detrás de mi, haciendo que me gire en mi lugar y asiente con mi cabeza para luego dirigir mi vista hacia Felix, quién se encontraba mirando hacia las afueras del avión.

—Que dos omegas lleven a este chico a la habitación—dí un respiro profundo—y quitenle la ropa.

—No por favor—rogó por no se cuanta vez en lo que va del día, pero decido ignorarlo nuevamente para comenzar a planear todo lo que le haría a ese chico—mi alfa, por favor no—dice de nuevo, pero ni siquiera le presté atención, pues ya me sumergí en mis pensamientos y es difícil que alguien me pueda sacar de allí.

Luego de unos minutos, me levanté del asiento y caminé lentamente hacia el cuarto del avión, estirando un poco mi camisa por el calor que empezaba a sentir mi cuerpo. Una vez que llego allí, abro la puerta con sumo cuidado, encontrándome con la imagen de Felix sentado en una silla atado desde sus piernas hasta sus manos.

Lo miré por unos segundos apreciando su cuerpo desnudo; blanco y brilloso, un poco perfecto para mis ojos; sus muslos eran gruesos; sus pezones eran de un color rosa combinado con rojo, lo que hizo que pase mi lengua por mis labios; y ni hablar de su miembro, que era un poco pequeño pero no quitaba el hecho de que también era demasiado grueso.

Me acerco hacia el con una mirada hambrienta, y sé que el se dio cuenta de eso por lo que se removió incómodo en la silla. Me agacho para quedar a la misma altura y empezar a sacar las cuerdas que lo ataban.

~ 𝑉𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑓𝑖𝑎 𝐶𝑜𝑟𝑒𝑎𝑛𝑎 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ  [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora