~ 𝑉𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑓𝑖𝑎 𝐶𝑜𝑟𝑒𝑎𝑛𝑎 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

Siete.

[Felix]

Las horas habían pasado y ahora nos encontrábamos en la fiesta, que a decir verdad, había mucha gente, y literalmente todos estaban vestidos demasiados elegantes que agradezco de que Yeji y Lia me hayan vestido con un traje negro, porque sino, me hubiera sentido como un bicho raro entre medio de toda esta gente (aunque si me sentía de tal forma).

Alfa se encontraba saludando a cada uno que pasaba por su costado, donde yo le seguía por detrás como el perro que sigue a su amo, aunque dentro de todo, si lo era. En un momento conecto miradas con Hyunjin, teniendo una guerra aqui mismo por unos segundos hasta que desvía su vista y ve hacia el frente, levantando su cabeza con orgullo y viendo a la gente a nuestro alrededor.

De un momento a otro salto en mi lugar por el susto que recibo cuando un chico habla a nuestras espaldas, obligándome a dar la vuelta cuando alfa hace esta misma acción.

—Hey, hola.

—Hyung—habla Hyunjin mientras se acerca hacia el otro chico y se dan un fuerte abrazo—te tengo un regalo, que por cierto, es lo que querias—desde mi lugar veo como le guiña un ojo para que luego de eso sonría y me deje más confundido de lo que ya estaba, sin mencionar que me sentía como si fuera el tercero en discordia molestando con solo mi presencia aquí.

Me removí incomodo y dirigí mi vista hacia otro lado, ignorando la conversación que tenían estos dos.

—Siganme—dice el contrario, lo cual ante esto Hyunjin toma mi mano y me lleva con el, siguiendo cada paso que daba ese chico que desde ya, me caía mal.

Luego de unos segundos caminando, entramos en una habitación que parecía más que una oficina que otra cosa, ya que el chico desconocido se sentó en un escritorio e hizo una seña con su cabeza hacia mi para que me siente en el sillón, mientras alfa se quedaba parado, aunque no sé muy bien la razón. Quedé casi atónito en mi lugar al ver como dos omegas entraban a la habitación con Beomgyu, ese chico que me hizo pasar un infierno porque quería escapar de algo que jamás podría.

—Ya conoces a Choi Beomgyu—habla alfa—tiene diecinueve años y es virgen.

De repente comencé a sentir una presión en mi pecho, tal como si tuviera un nudo en la garganta que en cualquier momento explotaría y ocasionaría que me derrumbe completamente en el suelo, pues quería irme en este mismo instante, y ni siquiera sé de donde saqué la valentia para pararme del sillon y caminar hacia Hyunjin, ya que el se encontraba hacia un costado de la salida.

—Wow... es muy bonito, a decir verdad—el señor que estaba en el escritorio habla con total libertad mientras se encargaba de observar detenidamente a Beomgyu.

Y claro, Hyunjin se encontraba observando detenidamente la reacción que tenía el chico desconocido, por lo que aproveché esta oportunidad y dí unos pasos hacia atrás con intención de salir, pero claramente Hyunjin se dió cuenta de lo que planeaba, y lo supe cuando el sonrió hacia mi y me tomó de la cintura un poco brusco para llevarme hacia el y pegar mi cuerpo junto al suyo.

Las ganas de llorar desconsoladamente se hacen presentes; mi corazón comenzó a latir demasiado rápido y supe al instante que era por el miedo que estaba sintiendo, pues en la manera que tomó mi cintura, solo me hizo recordar a esa noche donde me folló de manera tan brusca que me dejó demasiado mal, tanto física como emocionalmente.

Sin embargo, tuve que tragar mi tristeza porque luego de unos minutos, veo como el chico desconocido se levanta de su escritorio y llama a su empleado, diciéndole que lleven a Beomgyu hacia su cuarto y lleven sus valijas con el. Y claramente así lo hicieron, todos salieron y solo quedamos Hyunjin y yo.