~ 𝑉𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑓𝑖𝑎 𝐶𝑜𝑟𝑒𝑎𝑛𝑎 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

Catorce.

[Felix]

Lia me impedía el levantarme de la cama, que si no fuera porque la amo mucho y porque esta embarazada, le habría soltado una maldición, seguido de una mala palabra. A parte de que aún me seguía doliendo la cabeza y mi vientre también, hacia que mi paciencia se acabe rápido, haciendo que quiera mandar todo a la mierda.

—No puedes ir con el ahora Lix, estas mal, vuelas de fiebre, ¿a caso no los ves?—su habla eran solo reproches, pero ahora no estaba para seguir órdenes de nadie, sino que por primera vez en mi vida quiero hacer algo que no me lo ordenen.

—No me importa Lia, quiero ir a hablar con el, despues de todo es el padre del bebé que tengo dentro de mi—me destapo de las sábanas y me siento recto en la cama.

—Felix por favor, no te vayas—observo detenidamente como se levanta de la cama y camina en dirección hacia la puerta de la habitación, claramente para impedir que salga de aquí.

—Nada de por favor, quiero verlo—me levanto completamente de la cama y voy hacia el armario para sacar un suéter y unos pantalones, ya que desde el interior de la mansión podía sentir el frío que hacía afuera.

[Hyunjin]

Llegué a la fuente del patio y comencé a llorar, tanto que mi cabeza y pecho comenzaron a doler ante todos los pensamientos que tenía en mi cabeza. Tuve que sostenerme de mis rodillas para no caer al suelo, ya que mis piernas estaban perdiendo fuerzas y todo a mi alrededor se nublaba. Escuchaba como los pájaros hacían ruido cuando picoteaban y eso hizo que mi llanto solo aumente. Hoy, después de tantos años, me permití llorar, llorar como aquella vez donde me rechazaron aquí en este mismo lugar, donde también dejé que el chico que tiene mi bebé en su vientre duerma en esta fuente.

Decir que me sentía la peor mierda, no es ni siquiera la mitad de lo que soy, soy un imbecil, un estúpido por no ver que Lix era mi otra mitad, el era mío y mi pequeño crecía dentro de el. El mayor miedo que tengo ahora es de ser padre, no quiero convertirme en lo que mi progenitor fué, no quiero ser ese viejo que maltrata a su hijo por pequeñas estupideces, aún peor, no se si Lix me va a perdonar, y lo entiendo perfectamente si no lo hace, pero, jamás me lo perdonaría, y me odio por eso.

—Hey, ¿estas bien?—la voz de mi hermana suena detrás de mi, pero ni siquiera me giré a mirarla, porque no podía, sumándole el hecho de que no podía respirar bien. Me estaba sofocando y los latidos de mi corazón no eran normales—hey, hey, respira—al ver que estaba comenzando un ataque de ansiedad, ella se acercó hacia mi y me abrazó, como todas las veces en donde estuvo en estas situaciones conmigo.

—N-no puedo, yo l-lo maltraté, lastimé a F-felix y el esta esperando un bebé mio—la abrazo desde la cintura mientras escondo mi rostro en su cuello, pensando que ni ella tampoco podría perdonarme de todo lo que le hice, contando aquel hecho cuando la empujé y ella chocó su cabeza contra la pared haciendo que sangre.