~ 𝑉𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑓𝑖𝑎 𝐶𝑜𝑟𝑒𝑎𝑛𝑎 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

Epílogo

[Felix]

Mi cabeza se encontraba apoyada en las piernas de Jinnie, quien estaba concentrado en su celular como también estaba ocupado dejando caricias en mi pelo. Mis ojos se pierden en la pared que tengo a mi frente y los nervios nuevamente me invaden, o bueno, era casi como el miedo, pues no sabía con certeza lo que podría pasar una vez que se sepa la verdad.

No es que estaba aterrado con que me pase algo, sino que era todo lo contrario, sabía que alfa entendería mi situación y no me haría nada si yo no lo quiero de esa forma, sin embargo, sentía miedo porque no sabía con exactitud cómo iba a reaccionar, y últimamente estoy muy sentimental que con la pequeña palabra que salga de el y la cual ses una que no quería escuchar, me largaría a llorar. Ese era mi miedo, porque no quería llorar más.

-Jinnie...-susurro, logrando que su concentración ahora se dirija hacia mi y los movimientos en mi pelo, ahora bajen hacia mis mejillas.

-¿Si, bebé?

-Am, quería hablar contigo sobre algo-dejo de sentir el suave toque de su mano y dirijo mis ojos hacia su rostro, viéndolo con su ceño fruncido mientras me miraba con total confusión.

-Usaste ese tono.

-¿Cuál tono, Jinnie?

-El mismo de cuando quieres decirme algo pero tienes miedo.

No tuve otra opción que sentarme en el sillón y soltar un suspiro frustrado. Últimamente los días han sido de verdad una locura, me he sentido pesado, cansado y con mucho vómitos, era tanto el malestar que en las noches no podía dormir tranquilo, aunque alfa siempre estuvo conmigo en cada una de ellas y trataba de relajarme con su aroma y su amor, sin embargo, sabía hacia dónde se dirigía ese malestar, pero no quería aceptarlo, es decir, no habíamos planeado que llegue tan pronto, o bueno, ¿5 años fué pronto?

-Estoy esperando un bebé-suelto de repente, pero al instante me arrepiento de haberlo dicho tan así, tan... directo, ¿es que a caso sigues siendo un imbecil Felix?, no lo puedo creer-quiero decir, am, me hice una prueba y salieron dos rayitas, y tranquilo, entiendo si crees que no habíamos decidido esto y que capaz pienses que es pronto-me apresuré en decir que casi ni se me entienden las palabras-también comprendo si no quieres tener un hijo, yo puedo criarlo por ambos y cuando sientas que estás preparado entonces ahí estaré, también tenemos que hablar con Niki pero eso podrías hacerlo tú porque el te adora y también porque te...

De pronto mis palabras quedan en el aire, el silencio en la oficina se instala y las respiraciones suenan como susurros. Sus labios de unieron con los mios y sentí como una electricidad cruzaba desde mis pies hasta mi cabeza, casi haciendo que pierda la cordura por el simple toque entre nuestras bocas. Mi mejilla derecha es tomada con delicadeza mientras una mano se instala en mi cintura y me lleva un poco más hacia el.

Es tierno, el beso es tranquilo y eso me hace sentir aún más débil, vulnerable, ante sus toques delicados y las ganas de llorar me invaden. No necesitaba palabras, no necesitaba que hable porque a través de su beso pude sentir todo lo que tenía para decirme, o tal vez me lo está diciendo por telepatía, quien sabe. Pero tuvimos que separarnos una vez que nuestros pulmones pidieron aire, aunque en realidad no nos separamos del todo, sino que nuestras frentes aún quedaron unidas.

-Jamás en mi maldita vida te dejaría solo Lix-sus palabras hacen que finalmente, lágrimas salgan de mis ojos-no se por qué se te cruzó por la mente el pensamiento de que yo posiblemente no quiera ser padre, ¿te dí motivos para pensar en eso?-negué, rotundamente negué-no quise hablar del tema sobre tener más hijos porque quedé con mucho miedo cuando tuviste a Niki, bebé-claro, no había pensando en eso, idiota, idiota, idiota-ese día casi muero en vida cuando tu no llegabas a la habitación, tal vez desarrollé algún trauma o miedo que no quería hablar sobre eso, pero ahora que me lo dices, no podría dejarte solo en ello Felix, jamás.