~ 𝑉𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑓𝑖𝑎 𝐶𝑜𝑟𝑒𝑎𝑛𝑎 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

Quince.

[Felix]

Me vi en la obligación de abrir mis ojos cuando escuché la voz de Hyunjin a lo lejos, estaba teniendo un sueño demasiado bonito, y eso era raro, ya que los últimos días solo tenía pesadillas, pero este no fué el caso. Agradezco a los cielos que mi fiebre haya bajado y las ganas de vómitar se hayan ido, sin mencionar que alfa se encargó de mi en toda la noche, sin querer dejarme ni solo un segundo mientras se encargaba de dejar caricias por todo mi pelo hasta que me dormí, y ahora, lo escuchaba perfectamente hablar una vez que se sentó hacia un costado de la cama, haciendo que esta se hunda debido a su peso.

—Lix, tienes que desayunar, arriba—escucho como una especie de bandeja se apoya en la mesita de luz que tenía a mi costado, donde abrí mis ojos por completo y vi perfectamente como la bandeja estaba llena de frutas con un vaso de agua en la misma—arriba dormilones, tienen que alimentarse.

Sonreí y me senté recto en la cama, viendo como él hacia lo mismo y atraía la bandeja hacia sus piernas para luego cortar un pedazo de manzana roja y estirarlo hacia mi boca.

—¿Harás esto todos los dias?—pregunto con una sonrisa burlona, viendo los cambios repentinos que tenía el conmigo.

—¿Eso es un problema, Lix?

—Me gusta—fué lo que contesté antes llevar el pedazo de manzana hacia mi boca, masticando lentamente para luego tragar aquella fruta, donde debía admitir que era la que más me gustaba, y vaya que alfa lo sabía.

—Bebe agua, no quiero que te ahogues—y como me lo ordenó, abrí mi boca mientras tomaba el agua lentamente, parecía un bebé que aún no sabía comer y que era alimentado por su mamá. Pero me gustaba, quiero que sea así todos los días cuando abra mis ojos.

—Gracias.

—Es mi deber como alfa y como alfa papá—sonríe mientras sus dientes se reflejaban de una manera inexplicable gracias a la luz de la lámpara hacia mi costado, viéndolo por primera vez de esa manera, y debo admitir que su sonrisa era la más hermosa que vi en toda mi corta vida.

Nos vimos obligados a salir de nuestro ambiente cuando alguien tocó la puerta. Vi como Hyunjin soltaba un suspiro frustrado y dejaba la bandeja con comida de nuevo en la mesita de luz para dirigirse hacia la puerta, mientras juraba que le diría alguna grosería a quien se encuentre detrás de la puerta, ya que lo conocía bien y era capaz de eso cuando arruinaban un momento demasiado tranquilo para el.

—Jefe—le dice unos de sus guardias, quien lo conozco al instante ya que el fué quien dijo que yo me quería escapar cuando en realidad solo quería ir a ver las flores del patio.

—¿Que quieres?—el tono de alfa salió demasiado serio y enojadado que me asusté un poco, ya que me recordó cuando el se dirigía hacia mí con esa voz las veces que intenté escapar.

—El padre de su omega está aquí, señor—y ahí fué cuando me alarmé por completo, haciendo que me levante de la cama rápidamente y me posicione detrás del cuerpo de Hyunjin, tal como si fuera un escudo para que mi y el cual me protegería hasta de la peor escoria como lo era mi padre.

—Saquenlo de inmediato de esta mansión, sino será peor para el que yo vaya.

—Pero señor, el está dicien-

—¡¿QUE NO ME OÍSTE?! SACALO YA DE AQUI—ni siquiera lo dudé y tomé la mano de alfa para entrelazarla con la mía, mientras llevaba mi otra mano hacia su cintura y lo abrazaba, sólo así, sentí como el se relajaba y soltaba un suspiro para luego girarse hacia mí y sonreírme de lado.

—Por favor, ¿podrían sacarlo de aquí?—cuestiono una vez que alfa dejó un beso en mi frente y se sentó nuevamente en nuestra cama.

—Como diga—y con eso, el guardia se fué y cerré la puerta para luego dirigirme de nuevo con Hyunjin.