Once

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Por fin el fin de semana había llegado y eso tenía bastante relajado al castaño ya que la escuela era demasiado pesada y se sentía muy estresado por ello; ese día saldría con Erick a ayudarlo con su atuendo, ya que Joel lo había invitado a salir el día anterior y el cubano había corrido hacia sus amigos y le pidió ayuda al ojimiel! El cual acepto muy gustoso.

El par de amigos estaban en una tienda de ropa escogiendo una camisa para el pelinegro, ya habían recorrido varias tiendas pero este no encontraba nada que le gustase y Christopher ya se encontraba muy desesperado, cansado y hambriento.

El habia quedado de comer pizza junto al boricua cuando terminara de ayudar  a Erick; pero no contaba con que su amigo fuese demasiado indeciso y eso los llevará a recorrer todo el centro comercial.

Suelta un bufido frustrado cuando Erick vuelve a ingresar al probador, con esa  es la quinta vez que se prueba varias cosas y nada le agrada, espera aproximadamente veinte minutos y observa como el chico sale del probador con una sonrisa enorme y le dice que ha encontrado algo lindo, de un salto se levanta y se dirigen a pagar. Cuando ya están fuera el pelinegro se despide de el y se va corriendo de ahí, ya que se le había hecho demasiado tarde.

El castaño niega divertido viendo a su amigo alejarse del lugar, se da la vuelta dispuesto a ir al establecimiento de comida en dónde ya se encontraba el chico en una mesa esperando por el.

Llega hasta ahí y lo ve desde lo lejos, comienza a caminar hacia su dirección, una vez ahí se sienta delante de él, no sin antes haberlo saludado con un beso en la mejilla.

-De verdad lo siento, Erick no se decidía con nada – Le explica lo antes sucedido.

-No hay problema bonito, entiendo – Le regala una sonrisa relajada.

-Y bien ¿Ya ordenante? Que muero de hambre – Murmura mientras acaricia su estómago.

El contrario ríe y asiente – No debe de tardar, hace unos minutos que la pedí

El ecuatoriano asiente y comienzan a charlar animadamente; hasta que llega su pizza y ambos se dedican a comer o mejor dicho, Christopher se dedica a deborarla comida. Cuando han terminado y Zabdiel va a pagar lo consumido, una niña se acerca al ecuatoriano; está es pequeña y con dos coletas, le sonríe tiernamente y le da una rosa con una nota, el le da una sonrisa y le agradece por el detalle.

Cuando está por leer la nota Zabdiel vuelve y le dice que vayan a dar una vuelta por ahí; salen del establecimiento y caminan por el centro comercial tomados de las manos, observan una máquina de juegos y ellos se acercan para jugar un poco, la cual era un futbolito. Después de un rato jugando se aburren y salen del centro comercial para continuar con su caminata.

Llegan a un parque y los dos se sientan en un par de columpios y columpiarse  en ellos; y en eso se basa su tarde juntos hasta que la noche comienza a caer y Zabdiel lleva al castaño hasta su casa.

-Fue muy divertido el día de hoy – Le hace saber el menor.

-Si que lo fue, extraño esto cuando éramos adolescentes.

-Es cierto pero para nuestra desgracia ya somos unos adultos – Se toca el pecho dramáticamente.

+Oh no, tu eres un bebé, nada de adulto – Toma sus mejillas entre sus manos.

Sin darse cuenta ambos quedan demasiado cerca del otro, Christopher traga en seco al observar la cercanía en la que están y después observa los labios del contrario. Zabdiel hace lo mismo y se debate entre besarlo ono, finalmente se anima y comienza a acercarse y cuando está apunto de unir sus labios su teléfono suena.

Este cierra los ojos y suelta las mejillas del otro, se alejan y saca su teléfono de la chaqueta, observa el nombre del moreno y piensa matarlo cuando lo vea.

-Debo de responder – Le informa al castaño y este asiente.

-Y yo debo de entrar, nos vemos Zab – Se acerca y le da un beso en la mejilla para después entrar a su casa.

Cuando ya está dentrose dirige a su cuarto, se recuesta en su cama y suelta un suspiro sin poder creer lo que estaba por suceder.

Zabdiel iba a besarlo.

Cierra sus ojos tratando de imaginarse cómo es que sería besar al boricua.

Mágico, sería mágico.

Después de fantasear por unos minutos recuerda que no ha leído la nota, la saca de su pantalón y comienza a leer.

El otro día escuché una canción y me hizo pensar en ti.
La cual tiene una frase que me hace mucho sentido, “Por eso yo te amo, porque eres más de lo que yo había soñado, porque amo tu ternura y me vuelve loco tu pasión, porque nadie me hace sentir como tú en el amor”. Y si Christopher Vélez, te amo, te amo demasiado.
Con amor, tu admirador secreto.

Cuando termina de leer aquello sus ojos se abren como platos y su corazón late como loco.

¿Lo ama?

Y en ese momento aparece en su mente Zabdiel, su sonrisa, sus ojos y sabe que es el, no tiene ninguna duda que ese chico es su admirador.

-Yo también te amo Zabdiel – Susurra mientras deposita un beso en la nota y después la lleva a su pecho.

Hola amixes.
¿Que les parece? ¿Les gustó?
Ya estamos cerca del final, espere lo pronto.
Nos leemos luego.

Rosas [Chrisdiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora