— Llevas un mes hablando con ese chico sin parar, ¿realmente no te gusta o solo lo quieres negar? —Habló mientras le arrebataba el celular a su pequeño amigo, levantando rápidamente su brazo mientras leía la conversación que tenían.
— ¡Choi, devuélvelo! —Se quejó mientras saltaba para intentar alcanzarlo, frunciendo el ceño y golpeándolo sin mucha fuerza.
— No, deja de hablar con el solo un rato, necesito que salgamos a comprar las cosas para el viaje, nos quedan solo unos días para tener todo listo y no te veo preocupado por eso. —Habló con la mirada seria, guardando el celular de su amigo en el bolsillo de su pantalón.
— Oh, es verdad. —Murmuró, quedándose algo sorprendido por haber olvidado eso.
— ¿Ya ves? Debes dejar por hoy de hablar con él, y quiero que me cuentes en el camino sobre que hablan tanto por teléfono y no en persona. —Volvió a hablar algo confundido, dándose cuenta de aquel detalle mientras caminaba, siendo seguido por su amigo.
— Pues... digamos que él no sabe quien soy y... me da pena decirle así que soy una anónimo que le escribe para saber de él. —Murmuró tomando la mano de su mejor amigo, entrelazando sus dedos y siendo correspondido al instante.
— ¿Y eso por qué? —Preguntó de nuevo, volteando la mirada hacía él.
— Yo... No quiero que se decepcione al verme, tengo miedo. —Susurró bajando la mirada, sintiéndose realmente mal, últimamente su autoestima estaba muy mal.
— Mírame y escúchame bien, tarado. —Tomó sus mejillas poniéndose delante de él, haciendo que lo mire directamente a los ojos.— Eres hermoso, carismático, tienes buena personalidad y buen sentido del humor, tienes un cuerpo esculpido por ángeles, unos ojos realmente lindos, buenos gustos musicales, una risa hermosa, tu voz es muy, pero muy hermosa, todo en ti es arte. —Besó ambas mejillas rojas de su mejor amigo, haciendo a este reír avergonzado.— Todo en ti es hermoso, eres arte, no salgo contigo nada más porque nos conocemos de niños y no eres mi tipo.
— Eres... un estúpido, vayámonos. —Lo empujó suavemente luego de dejar un beso en su mejilla, volviendo a tomar su mano y entrelazar sus dedos.
— Así me amas, pero volviendo al tema, deja de ser tan inseguro, se que no es fácil, pero aquí estoy para cuando te sientas mal y lo sabes, no tienes que lidiar con esto solo porque piensas que molestas, yo me sentía igual y tu me ayudaste mucho, ¿recuerdas?
— Lo sé, es solo que aveces realmente me siento tan mal que no quiero hablar con absolutamente nadie, pero voy a intentar ir contigo cuando eso pase.
— Así me gusta, ahora, vamos a comprar ropa y luego a comer helado, y galletas, y pan. —Asintió para si mismo, cruzando la calle luego de mirar a ambos lados, llevando a su amigo detrás de él.
— Yo quiero ir a comprar ese peluche grande de kumamon que vimos la otra vez en una tienda, pero no recuerdo cual era. —Susurró mientras lo seguía, mirando todo para poder orientarse, ya que al estar pendiente de su celular no sabía en donde estaba.
— Creo que se donde era, primero vamos ahí. —Sonrió el más alto, mirando los nombres de las calles, siguiendo el orden correcto para poder llegar al centro comercial.
Mientras Beomgyu hablaba y explicaba toda la situación a su mejor amigo, desde la primera conversación hasta la más reciente, la cual él había interrumpido y trataba de como ambos estaban de acuerdo en que era mil veces mejor tener un perro que un bebé.
Si, ambos estaban muy de acuerdo en eso, ya que creen que ambos hacen exactamente lo mismo, sus argumentos eran iguales, sus pensamientos y creencias también, según ambos, la única diferencia entre un perro y un bebé es que uno aprende a hablar e ir al baño solo, mientras que el otro no habla y siempre hay que limpiar en donde hace sus necesidades.
— Pero si lo piensas bien, los perros como máximo suelen vivir catorce años, quince si es que los cuidan bien, en cambio, los bebés crecen y se hacen mayores, seria como nosotros y podemos chismear con sus anécdotas de adolescente enamorado, ¿no? —Si, Choi Soobin amaba el chismear sobre cualquier cosa y con cualquier persona.
— Puede ser, pero lloran demasiado, no soportaría eso por más de 10 años, en cambio un perro solo llora cuando está solo o se pasó a golpear con algo, no son tan ruidosos. —Habló mientras miraba el interior de las tiendas, tratando de hacer memoria para ir por ese peluche.
— Buen punto, oh, mira, ahí tienen ropa bonita. —Habló corriendo a la tienda señalada, arrastrando a su mejor amigo con él y olvidando completamente de todo lo que estaban hablando.
— ¡Mira, una sudadera de ositos! —Medio gritó, corriendo directamente a uno de los pasillos con sudaderas con orejas de osos y gatos, con estampados de huellas en todo el resto de ella.
— Quiero la de gatito, dios, están muy lindas. —Susurró el más alto mientras tomaba la prenda, asegurándose de que esté en buen estado y sea de su talla.
Beomgyu agarró la de osito, imitando las acciones de su amigo y dejándola en su lugar para buscar una dos tallas más grande, no era de su gusto tener ropa de su talla o ajustada, lo odiaba a menos que sean pantalones muy lindos.
— Me llevo esta. —Habló, dejando la prenda sobre su brazo para caminar y seguir viendo que llevar, ya que había demasiada ropa de su gusto y no podía simplemente no llevarla.
— Espérame, yo también quiero seguir mirando. —Se quejó mientras seguía a su amigo, mirando y revisando con cuidado cada prenda que llamaba su atención.
— Oh, aquí hay de esas camisas que estabas buscando por Internet. —Señaló el siguiente pasillo mientras seguía mirando y buscando algo para el viaje.
— ¿En serio? —Se dirigió enseguida hacía él, fijándose bien en cada detalle de la prenda y sonriendo al ver que era la misma que había visto hace unas semanas.
Ambos siguieron mirando todo mientras pensaban bien en que llevar, lo más lindo y de buena calidad que había en cada tienda del centro comercial, hasta llegar a tiendas de comida y comprar algunas cosas para comer esa tarde, ya que planeaban hacer una tarde de películas en modo de descanso de esa semana llena de trabajos y exámenes.
Quedaron en casa de Soobin, acomodando todos los bocadillos en platos o bandejas para luego simplemente tirarse a ver alguna película de comedia, pero no cualquier película de comedia normal, obviamente tenían que ver "Son como niños".
Definitivamente su película favorita y la que más risa les daba a pesar de ya saberse los diálogos de memoria.
─── ∙ ~εïз~ ∙ ───
Al otro día en la mañana, ambos despertaron por el grito de la mamá de Soo, quien había empezado a golpear la puerta, paredes y los cuerpos de ambos chicos bajo las sabanas.
— ¡Van a llegar tarde, rápido! —Quitó las sabanas de ambos chicos durmiendo sobre el suelo, haciéndolos quejarse.
— No quiero ir a estudiar, ¿puedo faltar? —Susurró el más alto mientras se metía bajo la cama.
— No, hijo de tu linda mami, si yo sufro tu también. —Habló un adormilado Beomgyu mientras tomaba los pies de su mejor amigo y lo tiraba.
— Rápido o no vuelven a quedarse hasta tarde. —Habló en un tono serio y amenazante la mujer, viendo a ambos chicos que peleaban y se quejaban en un intento de despertarse mutuamente.— El desayuno está listo abajo.
— ¡Gracias! —Gritaron entre golpes suaves y risas adormiladas, despertándose mutuamente.
— Vamos al baño, quítate. —Murmuró Beom, empujando a Soobin para poder levantarse.
— Cállate, enano, yo voy primero. —Respondió, tirándolo sobre la cama y levantándose rápidamente para correr al baño.
— ¡No, yo voy primero! —Gritó mientras se levantaba para seguirlo.
— ¡Hay dos baños, no jodan, por dios!
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si alguien está leyendo esta porquería comente aquí un pit0, así de estos .l.
KWNXOWNXOWKCO.

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Flying on faith.
Fanfiction- Entonces... ¿realmente solo me usaste para olvidar a tu ex? - Yo... no debí hacerlo. Asintió en silencio, abandonando la habitación con un horrible nudo en la garganta, sintiéndose realmente herido. "Al menos pudiste pedirme perdón." Pensó entre...