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Pasaron las ultimas cuatro horas jugando en cada uno de los puestos que más le llamaban la atención, perdiendo la mitad del tiempo de parte de Beomgyu y ganando la otra mitad del tiempo Yeonjun.

A Yeonjun solo le gustaba un tipo de peluches, los cuales son los que se pueden utilizar de almohada y son esponjosos, de otra manera sentía que estos estorbaban en su habitación, ya que no tenía en donde guardarlos. 

Por esa misma razón, cada peluche que ganaba se lo regalaba a Beomgyu, notando que este tiene la misma obsesión por ellos que Hyuka, así que, como su mejor amigo no estaba, Beomgyu iba a ser quién los recibía.

Para Beomgyu era completamente diferente, ya que tiene una habitación completamente llena de peluches de todo tipo, los repetidos suele venderlos o regalarlos para festividades de sus amigos, ya que le da mucha pena tirarlos. También tiene peluches en su habitación , pero solo los que más le gustan de todos o los que Soobin y su madre suelen regalarle, son los más preciados por él.

Definitivamente se negaba a recibir los peluches que Yeonjun le estuvo regalando, pero al ver la cara triste que este ponía los tomaba y agradecía, aún sabiendo que esta era una de sus maneras de manipular.

— ¿Quieres que vayamos a dejar los peluches en algún lado para que los guarden también? —Preguntó mientras cargaba algunos de los peluches entre sus brazos y algunos en bolsas.

— Sería buena idea, no creo poder seguir caminando con todo esto. —Respondió, buscando con la mirada algún lugar cercano para dejar todo, encontrando cierta cabina con un guardia afuera y un letrero sobre su cabeza que en letras grandes decía; custodia. — Allá hay un lugar. —Señaló.

— Entonces vamos antes de que nos ganen. —Sonrió hacía Beomgyu cuando este lo miró, comenzando a correr en esa dirección.

— ¡Espera ten cuidado! —Chilló corriendo detrás de él, temiendo que se le caiga algún peluche y lo termine ensuciando. 

Apenas llegaron miraron al guardia, quien se levantó y acercó su mano a una gran caja la cual sacó y armó. — Falta una hora para que cierre el parque, deben traer este boleto para poder retirar sus cosas o de lo contrario por reglas del parque no se las podré entregar. —Habló dándole el boleto a Beomgyu, ya que este ya los había dejado dentro de la casa.

— Entendido, gracias por cuidar los peluches. —Sonrió Beom haciendo una reverencia.

— Es mi trabajo, tranquilo, se nota que tu novio te ama, ganó todo eso para ti, ah, que lindo, suerte en su cita. —Habló el hombre, volviendo a su su silla. 

Ambos miraron al hombre, procesando las palabras que este le había dicho a Beomgyu, mirándose entre ambos luego y sintiendo sus mejillas arder al entenderlo. 

Totalmente avergonzados se dieron la espalda, ambos sin poder corregir al hombre sobre su suposición equivocada.

Beomgyu por su lado, estaba completamente rojo al ver que el hombre había mal entendido todo, pero sintiéndose bien al parecer que tenía ese tipo de relación con Yeonjun, sintiéndose levemente querido y suficiente para alguien.

Y por el lado de Yeonjun, se sentía avergonzado y tímido al darse cuenta de que estaba tratando realmente a Beomgyu como si fuera su novio, siendo que apenas y conoce su nombre y un par de cosas que él le había contado cuando preguntaba. 

Beomgyu fue el primero en voltearse y jalar levemente la camisa de Yeonjun, haciendo que este volteara a verlo, notando ambos las mejillas rojas del otro, sintiéndose más tímidos y avergonzados aún, pero aún así, soltando a Yeonjun y cubriendo su cara disimuladamente con su mano, Beomgyu habló.

Flying on faith.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora