Prologo

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Kingslanding estaba siendo arrasado por una gran tormenta hacía siglos que no se había visto una igual, las familias se encerraron en sus casas tratando de soportar los fuertes vientos que arremetían contra el puerto.

Todos intentaban resguardarse de la gran fuerza de ese fenómeno natural, desde el más rico hasta el más pobre. La familia real también se encontraba reunida, o bueno, el rey con su esposa e hijos en conjunto se encontraban en los aposentos reales.

El había pedido que su hija Rhaenyra fuera traída de inmediato a lugar, pues temía que algo pudiese sucederle. El sonido del viento se podía escuchar, el como pegaba contra la pared con fuerza era algo sorprendente, la reina acuno en sus brazos a su hija Heleana pues esta no paraba de llorar.

-"Creo que eso no está funcionando esposa"-Dijo el rey al ver los intentos en vano de su mujer por calmar el llanto de la bebe, pues había comenzado más fuerte cuando Alicent intento sacarla de la cuna-"Si quieres yo puedo intentarlo"

-"No, Esposo yo soy lo suficientemente capaz de_"-La joven mujer se vio interrumpida cuando la puerta de la habitación fue azotada, no solo por el viento si no por un siervo-"¿Como osas entrar así a los aposentos reales?"-Dijo la joven con el ceño fruncido y algo estresada por el llanto que había logrado parar de su bebe.

"¡Su majestad, la princesa Rhaenyra entró en labor de parto!"-Esas palabras harían que Alicent se quedará sería, y que el rey se levantara de su sillón preocupado.

El rey Viserys no lo pensó mucho y rápidamente le pidió al joven que lo llevase con su hija, Alicent quien por un tiempo no pudo reaccionar, le entregó a su hija a una de sus damas y fue detrás de su esposo para poder ver a la que había sido su gran amiga de infancia y aunque la Hightower no lo quisiese admitir aun le preocupaba.

"¿Como es posible tan solo tiene 8 meses?-dijo Alicent cuando alcanzó por un lado a su marido".

El rey no dijo nada y apresuró el paso hasta los aposentos de su hija mayor, encontrándose con Sir Laenor afuera de la habitación, Alicent lo miró con desdén pues a ella el no le agradaba.

"¡¿Cómo está mi hija?!-preguntó alterado el rey a los maestres, siendo tomado del brazo por Alicent quien le pedía que se relajara.

"Bueno...-los gritos de dolor de la princesa interrumpieron al maestre y preocuparon al rey- Todo indica que ella va muy bien, no se preocupe su majestad"- Justo en ese momento la joven princesa gritó de dolor, Alicent no pudo más que temblar y el rey se tensó, poniéndose más blanco de lo común, los truenos, la lluvia y los vientos que se escuchaban no hacían más que poner en suspenso la situación.

Era el primer embarazo de su hija, y el antes que ser rey era un padre y se encontraba sumamente preocupado, pues dos de las personas más importantes de su vida habían muerto en la lucha de traer una vida más al mundo, su madre y su amor Aemma.

El se trató de dar ánimos así mismo mientras escuchaba a su hija pasar por algo que casi parecía una tortura, cuando un gran trueno seguido por un rayo cegaron a todos los presentes, y segundos después se pudo escuchar un llanto fuerte, el rey se sintió enternecido, Alicent dejo de arrancarse el cuero de sus dedos y dejó salir un suspiro, mientras esperaban a que las puertas de la habitación fuera abierta, la reina se regañó a ella misma por haber sentido preocupación por una persona que desde su punto de vista no valía la pena.

Las puertas fueron abiertas por los maestres, por lo que el rey entró con una sonrisa, pero al mismo tiempo sigiloso de lo que podría encontrar, detrás de él sin hacer tanto ruido Alicent lo seguía."

"Es una niña su majestad-dijo la partera mientras cargaba a la bebe para después entregársela a ser laenor quien veía al bebé asustado de que se le fuera a caer, la reina pensó que era muy buen actor o tal vez era un inepto, puesto que por los rumores que corrían por la corte, dudaba que esa bebé fuera su hija biológica"

"Seguramente tendrá los cabellos oscuros y una mirada muy fuerte"-había dicho meses atrás una de sus damas mientras la peinaba resaltando el fuerte en su oración, se decía que el guardia real de la princesa Sir Harwin, parecía muy entusiasmado con la joven platinada cuidandola demasiado durante el embarazo, más que su propio marido, solían decir.

"Mi hija-exclamo laenor en voz baja, si bien a pesar de que había probabilidades de que esa bebe no fuera su hija, el sentía que si lo era pues lo fuese o no, el estuvo ahí todo el embarazo cuidando de su esposa y daría todo de si mismo para criarla  llevándola a un camino de bien, el joven padre llevo su mano a la sabana que cubría los cabellos de la niña y se llevó una sorpresa, no había dudas para el, esa niña era suya, sus cabellos eran de oro y plata, miró a su esposa con una mirada agradecida y Rhaenyra no pudo entender, el agradeció a los dioses que le permitieran ser padre, después de haberlo intentado en varias ocasiones supo que la última vez en aquel trío había sido un éxito, sus ojos se aguaron y con cuidado beso sus cabellos.

Alicent lo miró y no podía creer el cariño con el que el hombre cargaba a esa niña, se dijo así misma que solo un padre mira así a un recién nacido, volteo su mirada a Rhaenyra y pensó "Tal vez no es tan promiscua como aseguran en la corte", el rey se acercó a su hija y beso sus manos con una sonrisa.

"Lo hiciste muy bien hija mía, me has hecho abuelo"-el rey con una sonrisa y los ojos llorosos tomo las manos de su hija y las beso- "tu madre estaría muy orgullosa de ti".

"Gracias, padre"- Rhaenyra contestó cansada pero feliz de que no le pasó lo mismo que a su pobre madre, "El parto es nuestro campo de batalla" le dijo ella alguna vez y si que lo había era, Durante todo su parto recordó todas aquellas veces que su madre falló en consevir un heredero y temió durante todo el embarazo que eso le llegase a suceder a ella.

El rey se levantó y se acercó a Laenor- "me permites"- preguntó el rey a su yerno, el cual salió de sus pensamientos y miró a suegro.

"Claro su majestad- Laenor le entregó a la pequeña con una mirada que despedía orgullo, al dársela en los brazos al rey, Alicent finalmente se acercó a su esposo para tener una visión clara de la recién nacida."

"Mi primer nieta- Sonrió el rey con felicidad - es igual de hermosa que su madre, ¿no lo crees, Alicent? - miro a su esposa con una sonrisa y volvió a su vista a la bebe, la cual movió su pequeña cabeza a un lado y se pudo ver el cabello platino nuevamente, haciendo que Alicent finalmente se arrepintiera de haber creído lo que todos habían dicho antes, esa niña era realmente una hija de dos descendientes de la vieja Valyria".

"Es verdad, amor mío- La bebé parecía irreal, tan blanca como la nieve y con unas bellas mejillas sonrojadas. En definitiva era más bella de lo que había sido su bebé Heleana. El rey la mecía y así cariños cuando el pequeño ser en sus brazos abrió sus ojos por primera vez.

"Abrió sus ojos"-Dijo el rey mientras miraba a la bebe, Alicent se asomó a ver sus ojos de cerca y se quedó más que sería, tenia unos grandes y brillantes ojos violetas, característica que ninguno de los hijos de ella habían heredado.

"Hija mía, acaso ya tienes un nombre para la pequeña"-"Pregunto el rey finalmente acercándose a su hija para entregarle a su nieta, la cual la recibió gustosa.

"No padre, ni yo ni Laenor tenemos planeado un nombre, ambos pensamos que sería un barón"-Había dicho la joven mientras veía a su primogénita.

"Me permites bautizarla"-Había exclamado captando así la mirada de todos los presentes, Laenor se sintió honrado de que su primogénita fuera bautizada por el mismísimo rey.

"Sería un honor"-Dijo Laenor a lo que Rhaenyra lo miró, para después mirar a su padre y asentir con la cabeza.

"Muy bien"-tocó los cabellos de su nieta y comenzó a nombrarla- "Yo Viserys Targaryen rey de los 7 reinos, te nombró a ti mi nieta primogénita por el nombre de una de las conquistadoras, Visenya princesa de los 7 reinos...-todos los presentes hicieron una pequeña inclinación-quiero que todos celebren el nacimiento de mi primer nieta, que todo el mundo se entere y rece por ella y su salud".

El rey retiró su mano de la frente su nieta, para después darle una caricia en la mejilla a Rhaenyra orgulloso, siendo todo observado por Alicent quien no pudo evitar sentir celos de como el rey trataba a Rhaenyra y a su hija, cuando Viserys jamás se había comportado así con ninguno de los hijos que ella le había dado, el jamás pidió una celebración en sus nombres.







Si tienen alguna pregunta háganla y si les gustaría que cambiara algo acerca de la historia comenten y lo tomare en cuenta.

Lunes, 24 de Octubre.

FOR THE THRONE - Aemond y Aegon TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora