Visenya primogénita de Laenor Velaryon y la princesa Rhaenyra Targaryen, lucha por proteger a su familia a toda costa, incluso aunque eso rompa su corazón.
Ella es fuego... ella es el verdadero dragon.
Aemond Targaryen x oc
Aegon Targaryen x oc
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La princesa Visenya caminó lentamente hasta la tina enorme con agua caliente. Dejó que sus manos fueran hasta el nudo de las finas tiras tras su cuello para que su vestido de seda se soltara, dejándolo resbalar lentamente hasta el piso, acariciando cada curva de su cuerpo. Cuando éste descanso sobre el suelo, dio un paso lejos de él logrando que con el movimiento y sin ser presa de la tela, sus delicadas pulseras de oro tintinearan en sus tobillos.
Cuando estuvo a un paso de los escalones de su tina, empezó a quitarse todo tipo de joyas de su cuerpo. Libre de todo eso y con un suspiro de alivio, empezó a sumergirse poco a poco, sintiendo un delicioso escozor en cada nervio por lo caliente del agua.
Su cuerpo completo se sonrojó y cada músculo se relajó. Sus cabellos se pegaron a su piel, molestándola, pero no hizo nada por alejarlos. En ese momento Visenya pensó de nuevo en su próximo compromiso.
Ella sabía que era su deber para con su familia después de todo Jacaerys se lo había prometido al hombre.
Sabía por su dama de compañía que Lord Stark sólo era un verano mayor que ella, un joven atractivo a la vista, lo llamaban el lobo del norte, por su increíble fuerza. La chica le había contado que en el norte, los veranos eran fríos, pero la hierba crecía tan verde como en el resto de los 7 reinos. Se enteró en los relatos de su sirvienta, le dijo que había más lagos ahí que en cualquier otro lugar de los siete reinos y que a pesar de la brusquedad de sus habitantes, siempre reinaba una camarería envidiable o bueno solo eso solo pasaba entre los que fueran habitantes del lugar.
Sin embargo, eso realmente no le importaba a Visenya. Aun así, tenía cierto temor de compartir su lecho con un desconocido, y más después de lo sucedido con Aegon dos días atrás, que por alguna razón la había dejado con una gran inquietud en su pecho. Estaba deprimida, no se sentía la misma desde la muerte de su hermano, tantas cosas pasaban al mismo tiempo que a pesar de que la muerte del pequeño hubiera sido hace poco, ella lo sentía como si hubiera sido años atrás.
Temía que en algún momento llegase a olvidar su cara o su voz. Al menos podia decir que lo habían vengado, pero... ¿había sido correcto?. Eso se preguntaba ella constantemente, Jahaerys habia sido un pobre niño sin culpa, pero su hermano tampoco había hecho nada y fue asesinado, un intercambio Justo se había repetido ella aquella noche, tratando de justificar el hecho de que había arruinado la vida de Heleana.
Visenya no podía evitar pensar en ello, estuviera pensando en su futuro compromiso, en sus otros hermanos, en la guerra o en cualquier otra cosa, su mente repetía aquel terrible momento en el que tuvo que ver a su hermano morir junto a Arrax. Eso era lo que ahora la movía, el evitar que a sus otros hermanos les pasara aquello y si para evitarlo tenía que casarse con un lobo del norte, lo haría. Ella mataría por sus hermanos y hermanas, porque al igual que a su padre lo más importante para ella era su familia.
Al día siguiente partiría al norte montada en Vermithor, acompañada de su hermano Jacaerys junto a Vermax. La presentarían al Lobo y se casarían a su debido momento, pero eso tenía que ser en presencia de su madre, por lo que si tomaría algunos días ya que después de ser presentada ante el hombre, el tendría que ir a Dragonstone con ella y contraer nupcias ahí, pues el no se casaba con cualquiera, se casaría con la única hija de la reina.
