Mientras Lucerys volaba sobre Arrax dando únicamente vueltas por el castillo y exclamando órdenes en alto Valyrio, ella los observaba desde abajo.
Le encantaba verlo montar, no podía ver a nadie como lo veía a él, le parecía el hombre más atractivo de Westeros aunque asi mismo se considerara inseguro.
Era el heredero de Driftmark, tenía un dragón y su madre sería la próxima en sentarse en el trono de hierro... Cualquier persona en su lugar se sentiría dichoso y egocéntrico hasta los pies... Por un momento no entendió que le faltaba para sentirse completamente "bien".
Pero a Lucerys la vida lo había tratado mal incluso antes de nacer, y de igual manera, sin importar cuántas cosas tuviera, Luke jamás podría ser tal cosa.
Sin mentir, era la persona más bonita, humilde y tierna de todo Poniente, y por un momento, ahí abajo, mientras Arrax lanzaba fuego a la nada por órdenes de Lucerys, ella sintió su corazón derretirse al volver a verlo y darse cuenta que era todo lo que tenía, no importaban las riquezas, las fortalezas, los castillos, los nombramientos, ni siquiera los dragones, lo único que ella deseaba era a él, y si en algún momento tendría que sacrificarlo todo por Luke, sin duda lo haría.
Su compromiso había sido cómo una bendición para ella.
Todo pensamiento desapareció cuando sus ojos se encontraron, él le sonrió desde las alturas y empezó a descender.
—Tengo tantas ganas de llevarte a Driftmark.— Dijo cuando bajo, quitándose los guantes, emocionado. —Se me ocurrió que podríamos ir y pasear en Arrax, así te relacionas más con los dragones para cuando llegue el momento.
—Mi momento era con Vhagar y ya vez lo que pasó.— Dijo mirándolo fijamente, luego volvió a ver los cielos, sentía tanto la perdida del dragón de su madre.
Pero sentía más el no poder si quiera subir a uno por miedo, tenía tantas ganas de montar, el sueño de llamarse a si misma jinete la perseguía desde pequeña, pero no podía soportar la idea, no cuando perdió a su madre y a su dragón. Tampoco cuando por más que lo había intentado, ningún dragón parecía interesado en ella.
Cuando estaba apunto de llorar, sintió un dulce tacto en la mejilla.
—Llegara tu momento, estoy seguro.— Le dijo mientras la acariciaba. —Y cuando llegue, sentirás a tu madre más cerca.
Rodeo su cuerpo con sus brazos, dándole un cálido abrazo mientras su prometida desahogaba toda su frustración y dolor en su pecho. Inhaló su aroma, quiso cuidar de ella tanto como ella había cuidado de él. Los dos tenían cosas que sanar y con las que lidiar.
Incluso después de años, Lucerys seguía caminando bajo la sombra de sus rasgos que resaltaban, bajo la sombra de su supuesto apellido "Strong", creció creyendo que no merecía todo aquello que le ponían enfrente por el simple hecho de ser castaño. Su madre se encargó de hacerle ver las cosas diferentes, aunque él sabía la verdad de casi todo. Aún así, sabía que era un Velaryon, el próximo señor de los mares y eso, en ese punto, no iba a permitir que nadie pusiera en duda. Mucho menos cuando al fin su principal razón para luchar por esas tierras se había consolidado, no quería nada si no era con ella.
Cuando supo que se casaría con su princesa, había tenido tiempo de sobra para ponerse a imaginar. Toda duda se había ido. Por las tardes hablaba con su madre sobre como demostrar ser un digno heredero y, llegado el momento, como ser un buen señor, tenía que serlo, después de aquel disgusto que su tío Vaemond le había hecho pasar a su madre, a su abuelo y a él, se juro así mismo que jamás volvería a dudar sobre su legitimidad, o al menos a no verse afectado por los rumores.
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A mí princesa 🌷 ; Lucerys Velaryon
FanfictionEn lo único que Lucerys podía pensar mientras huía era en ella, en su futura reina, con quién anhelaba tener tanto pero, tal vez, el tiempo se le había acabado. ˖♡ Historia pequeñita. ACLARACIONES: La historia puede variar algunos detalles de la s...